Al enviar ayer un mensaje al presidente electo Andrés Manuel López Obrador, el gobernador Martín Orozco Sandoval aseguró que “todos los gobernantes de México tenemos un reto conjunto: que la gente vuelva a confiar en el gobierno, porque sin confianza no hay esperanza”.
Durante la ceremonia en la que presentó un balance de su segundo año de ejercicio constitucional, en el Teatro Aguascalientes, el Jefe del Ejecutivo dijo que la nueva administración pública federal debe ser un nuevo comienzo, “dónde los 32 gobernadores, los 2,486 alcaldes y el Presidente de la República estemos obligados a que México recupere la paz y la tranquilidad”.
Propuso renunciar a las confrontaciones absurdas, porque es el momento de reconstruir nuestro México hasta el último ladrillo disponible. “Concentremos nuestras energías en hacer crecer nuestra nación, en mejorar su educación, su salud, su seguridad, cómo generamos empleo y cómo reducimos la pobreza; pero sobre todo cómo hacemos para devolverle la grandeza a este país”.
Dijo que Aguascalientes espera lo mejor de AMLO “y usted espera lo mejor de Aguascalientes”. Aseguró que esta entidad está preparada para enfrentar las nuevas realidades y para actuar institucionalmente en el pacto federal, activos en la globalización y anticipando el futuro, prueba de ello es que se iniciará un ejercicio de planeación social intenso y enriquecedor, para visualizar y construir lo que queremos en los siguientes 25 años.
“Las próximas administraciones tendrán muy claro dónde deberá estar Aguascalientes en el 2040 y lo que debe hacerse para llegar a ese puerto exitosamente”.
En otra parte de su mensaje político, sostuvo que “en nuestra historia, 39 gobernadores, incluyéndome, hemos encabezado con la sociedad los destinos de nuestro estado, con un pasado prodigioso y con una historia digna de presumir”.
Y remarcó:
“Pero no hablo de los logros de un gobernante. Hablo de los logros de una sociedad. Porque la grandeza de Aguascalientes no es gracias a sus gobiernos, es gracias a la capacidad, el talento, el esfuerzo y el compromiso de su gente”.
Indicó que “los gobiernos sólo somos facilitadores, sentamos bases para el desarrollo y brindamos servicios. Punto. Esa es nuestra chamba”.
Lo que saca adelante a cualquier comunidad es el trabajo y la dedicación de la gente. Sin embargo, muchos gobernantes en México tienen la idea, errónea, que por construir escuelas, hospitales o carreteras con el dinero de la gente, van a recibir aplausos.
Hoy tenemos un México dividido: algunos con entusiasmo y otros con incertidumbre. Los mexicanos carecemos de un proyecto común. Necesitamos reconciliarnos y no tener encono entre nosotros, hizo hincapié.
“Todos vamos en el mismo barco. Y si este barco se hunde. Nos hundimos todos”, advirtió.
Mucha gente cree que a partir del 1º de diciembre todo México va a cambiar. Como si los problemas se fueran a arreglar solos. Nadie quiere corrupción, pero se sigue practicando la “mordida”. Nadie quiere la violencia del narcotráfico, pero cada vez hay más gente consumiendo droga. Nadie quiere que haya delincuencia, pero no reconocemos que somos los padres de familia quienes hacemos de nuestros hijos personas de bien, o individuos sin compromiso…
No se puede construir un México diferente, si somos indiferentes.
El papel del gobierno y la sociedad está cambiando. Ningún gobernante puede cambiar solo a un país. Si queremos un México mejor para todos, entonces, necesitamos el trabajo, el esfuerzo y la aportación de todos.
LA CITA:
La grandeza de Aguascalientes es gracias a su gente”