La ciudad de Aguascalientes presenta condiciones que sí podrían poner en riesgo de colapso o daños estructurales a algunas edificaciones ante próximos movimientos telúricos, como el registrado el lunes 19 de septiembre, tras el sismo con epicentro en Coalcomán, Michoacán.
Así lo informó Jaime Gallo Camacho, secretario de Desarrollo Urbano del Municipio de Aguascalientes (SEDUM), quien señaló que en varias zonas de la capital desde hace años se presenta el fenómeno denominado subsidencia, que consiste en el hundimiento de terrenos derivado de la extracción de agua, de tal forma que la superficie terrestre y por ende los inmuebles, sufren diversas afectaciones.
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Otro fenómeno presente en la ciudad son los paleocauces, es decir, ríos o cauces antiguos donde prevalecen materiales pétreos, como arena, grava y “que si no se hace una adecuada cimentación derivado del análisis de suelo puede haber riesgo de que estas edificaciones con el tiempo tengan hundimientos diferenciales que provoquen riesgos de agrietamiento y hasta el posible colapso”.
El funcionario municipal dio a conocer que ya se han presentado casos de construcciones que se realizan sobre paleocauces y que han tenido que ser rediseñadas o en su caso intervenidas para mejorar la cimentación o demolerlas en su totalidad.
En este sentido, dijo que es necesario reforzar y mejorar los estudios geológicos, geofísicos y de mecánica de suelo previos a la edificación, principalmente en la zona poniente de la ciudad, donde superficies agrícolas se están utilizando para nuevas edificaciones.
Asimismo, el titular de la SEDUM detalló que derivado de la réplica en la ciudad del reciente sismo se lleva a cabo la supervisión de agrietamientos o posibles daños estructurales en el edificio de la calle Antonio Acevedo Escobedo que alberga a la Secretaría de Administración, la Secretaría de Finanzas y una parte de Desarrollo Social, donde se registró el desprendimiento de un muro que colinda con la Plaza Fundadores.
“Se denomina en términos técnicos una junta fría, es decir una edificación que ya estaba construida, se separa de una edificación nueva, de tal manera que se hace una separación y que en el caso de que hubiera más movimiento o que hubiera algún factor como el aire u otra cuestión podría haber un desprendimiento”, precisó.
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También se supervisa un edificio antiguo en el andador José María Chávez, donde un perito en estructuras ya evalúa el posible daño. En tanto que en la alberca municipal se reportaron pequeñas fisuras.
Finalmente, señaló que en viviendas particulares no se presentaron afectaciones, pero llamó a la ciudadanía a que en caso de detectarlas, las reporte al 072.
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