Cacería furtiva de guajolotes y venados, un problema con el que autoridades federales deben lidiar de manera regular en Aguascalientes, particularmente en la Sierra Fría.
Luis Fernando Muñoz López, delegado de la Procuraduría Federal de Protección al Ambiente (Profepa), comentó que en la actualidad existen un par de procedimientos por cacería furtiva ante la Procuraduría General de la República (PGR); el último de ellos se registró hace dos semanas, cuando un grupo de aproximadamente 10 a 15 personas, fueron sorprendidas con los cuerpos de dos animales.
En la mayoría de los casos de cacería ilegal registrados en la Sierra Fría las personas son sorprendidas matando venados cola blanca y guajolotes, pues de otras especies endémicas, como el jaguar, prácticamente no hay casos reportados.
Luis Fernando Muñoz señaló que la mayoría de estos cazadores furtivos son de origen nacional, algunos son originarios de Aguascalientes; mientras que en los ranchos cinegéticos de la entidad, donde se practica la cacería legal, predominan las personas de origen extranjero.
Para frenar esta problemática, la dependencia ha establecido visitas de supervisión y operativos frecuentes en diversas zonas de la Sierra Fría, para detectar estas anomalías "in fraganti".
Para concluir, detalló que algunos de esos operativos se llevan a cabo de manera conjunta con la Gendarmería Ambiental, porque la dependencia a su cargo no puede realizar algunas acciones –como la confiscación de armas–; añadió que el objetivo de la colaboración interinstitucional, es tratar de evitar la cacería furtiva.
EL DATO
Venados cola blanca y guajolotes, especies más vulnerables.
