En una reciente encuesta llevada a cabo por el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI), en el estado de Aguascalientes, se revela una preocupante realidad social. El 60.9% de la población de 18 años y más identifica el consumo de alcohol como la primera conducta delictiva o antisocial en los alrededores de sus viviendas.
Este alarmante dato refleja la profunda penetración que tiene el consumo de alcohol en el tejido social de la región. No solo se trata de una problemática individual, sino que también afecta directamente al entorno comunitario.
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La encuesta arroja que el 56.7% de los vecinos se ven afectados por el consumo de drogas, revelando una conexión directa entre el abuso de sustancias y el impacto en la vida cotidiana de la población. Los robos y asaltos frecuentes también son motivo de preocupación, afectando al 46.7% de los encuestados.
De la misma manera y de acuerdo a los datos oficiales, en tercer lugar se encuentra la venta de drogas en diferentes colonias, como otra de las problemáticas sociales que impacta al 41.6% de la población.
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Las pandillas y las riñas frecuentes también se sitúan en el centro de las preocupaciones, afectando al 39.1 y al 30.5%, respectivamente de los encuestados. La invasión de predios, aunque en menor medida con un 20.1%, también se presenta como un desafío significativo. La necesidad de políticas que regulen el uso del suelo y protejan la propiedad privada se vuelve evidente para mantener la estabilidad en la región.
Finalmente, el problema del robo a través de tomas de agua clandestinas y la manipulación ilegal de energía eléctrica mediante "diablitos" afecta al 18.6% de los encuestados. Estos actos no solo representan una amenaza directa para la infraestructura, sino que también aumentan los costos para la población en general.
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