La Iglesia católica tiene en todo momento abiertas las puertas del Seminario Diocesano para quienes desde temprana edad sientan el llamado de la vocación sacerdotal y puedan disipar las dudas que les impone el mundo moderno.
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Es obligación de todos detectar, cuidar, formar y llevar a la maduración el llamado individual de aquellos que han sido designados para tomar este camino de servicio y mucho sacrificio, considera el rector del Seminario Diocesano, Juan Carlos Tostado.
No debe perderse de vista, dijo, que el sacerdocio no es una profesión, sino un llamado directo de Dios, quien escoge directamente a los encargados de difundir su mensaje y servir al prójimo de manera incondicional.
Yo daría el mismo mensaje de Juan Pablo II: ‘jóvenes, no tengan miedo’, anímense, pregunten, acérquense al seminario, acérquense a sus parroquias. Hay cosas que no se atreve uno a hacer en la vida y después se arrepiente. Hay quienes se imaginan un montón de cosas, que son solo eso, pero la realidad puede ser que sea más asequible de lo que uno cree. Entonces el mensaje que damos a quienes sientan el llamado de la vocación es que se acerquen, que no se queden con la duda, que no maten la vocación
Actualmente un total de 111 jóvenes cursan en este sitio su instrucción con miras a convertirse en pastores de la Iglesia católica. De ellos, ocho son pasantes; 24 teólogos; 40 están ya en la etapa de filosofía; 10 en el curso introductor y 32 en el Seminario Menor.
En otras ocasiones ha habido más, hemos tenido hasta 200 alumnos, son diferentes etapas. La vida no siempre es la misma, las instituciones así son, es la historia humana, pero sí queremos reforzar la formación. No se trata solo de reclutar, ni hacer propaganda, sino facilitar que los jóvenes de cumplan con la vocación que Dios pone en sus corazones
Lamentablemente no se ha podido terminar con la deserción, dado que en nuestros días al mundo le cuesta trabajo establecerse en principios duraderos y los compromisos para toda la vida generan miedo.
Sí, hay temores entre los seminaristas, pero eso pasa en todas partes. Los jóvenes son así, son inquietos. Nosotros tenemos una deserción de 37%, sobre todo en las etapas menores, es un momento muy delicado de decisión vocacional. Ellos lo padecen y a veces se deciden por lo más inmediato y lo circunstancial, les cuesta trabajo reflexionar, sacar conclusiones, optar.
Juan Carlos Tostado, Rector del Seminario Diocesano
Durante el presente mes de febrero se celebra el Mes del Seminario, en el que se pide oración por las vocaciones y ayuda económica, pero especialmente es una fecha donde se abren las puertas de la institución para que la conozcan aquellos que sientan el llamado y puedan decidirse a ingresar al preseminario que se realizará del 12 al 26 de julio próximos.
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Jóvenes cursan actualmente su instrucción para convertirse en pastores de la Iglesia Católica
