Pese a que el INEGI había anunciado que no se cancelarían los trabajos de campo del Censo de Población y Vivienda 2020, finalmente y en razón de las medidas de contingencia que vive el país ante el problema del coronavirus, se decidió suspender la aplicación de encuestas domiciliarias, no así el trabajo censal.
Como se informó al momento de dar inicio el conteo de ciudadanos, el pasado día dos del presente mes, en esta actividad participan 151 mil entrevistadores en el país, quienes tenían hasta la última fecha de este mes para visitar todos los hogares que existen en los estados, a fin de recabar directamente datos generales de sus ocupantes.
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Sin embargo y en razón de las medidas de protección sanitaria establecidas en el país por la amenaza del Covid-19, la aplicación personal de las encuestas a los ciudadanos se suspende y en su lugar, los encuestadores se darán a la tarea de entregar en cada domicilio el cuestionario correspondiente para que los ciudadanos le den respuesta a través del internet.
El problema es que no en todos los hogares se cuenta con esta conexión además de que hay comunidades rurales a las que este servicio no llega, además de que muchas personas, sobre todo adultos mayores que no saben utilizar este medio de comunicación.
Esta decisión ha creado además incertidumbre entre los encuestadores, quienes temen que no se les pague lo convenido, ya que por lo pronto se han presentado quejas en el sentido los sueldos no se han estado pagando en la cantidad prometida.
En este contexto se presentan muchas interrogantes en torno al éxito de este ejercicio censal, del cual, ante la contingencia sanitaria había mucho recelo, pues en repetidas ocasiones los habitantes de las viviendas ya se han se negaron a abrir sus puertas a los encuestadores.
Datos de propio Instituto, señalan que del primero al 31 de marzo se levantaría el Censo para visitar las viviendas distribuidas en alrededor de 24 millones de manzanas que pertenecen a 210 mil municipios de los 32 estados de la República de los cuales a muchos sólo se podía acceder caminando y en los cuales no hay servicio de internet.
Todas estas situaciones están siendo estudiadas por el Instituto con el fin de lograr la captura del total de los datos básicos de este Censo en todos los rincones del país, a fin de ofrecer datos precisos, dada la importancia de éstos para la formulación de las políticas públicas adecuadas.
INCERTIDUMBRE
Temen los 151 mil encuestadores contratados por el INEGI, que no se les pague el sueldo prometido
