Las noches del 31 de octubre, 1 y 2 de noviembre, los padres de familia deberán ser especialmente cuidadosos y no permitir que sus hijos salgan a las calles a pedir “calaverita” dentro de su vecindario pues ello implica el riesgo que los menores lleven el Covid-19 de casa en casa, contagiando especialmente a los adultos mayores que suelen dar dulces para conmemorar esta fecha.
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Octavio Jiménez Macías, director general del área de Regulación Sanitaria del Instituto de Servicios de Salud del estado (ISSEA) y titular de la Guardia Sanitaria de la entidad, reconoce que el contagio puede darse no solo en el contacto personal, sino también a través de la propia envoltura de las golosinas, donde el virus sobrevive varias horas.
Debemos tener mucho cuidado, porque nos vamos a exponer a riesgos particulares, en el contacto directo que se pueda tener al solicitar el ‘muertito’, van a ir los niños por las casas, quienes los reciben normalmente son adultos mayores. La recomendación es evitar esta práctica lo más que se pueda que los padres de familia convenzan a los menores de la grave situación que se vive y puede provocase
Reconoce que, por el momento, la legislación local no permite que la autoridad prohíba este tipo de actividades, ni sería recomendable, pues luego de casi ocho meses de pandemia, existe ya una alteración entre la población, que les hace reaccionar de manera adversa a las indicaciones.
El virus no se ha ido, pero la gente ya está harta de esta situación, no atiende las recomendaciones y se sentiría agredida por una prohibición o medidas restrictivas. Desgraciadamente muy pocas personas toman ya en cuenta las recomendaciones y eso nos está causando problemas, pues no se tiene una conciencia real de la problemática.Octavio Jiménez Macías, Director general del área de Regulación Sanitaria del ISSEA
Adicionalmente a los recorridos de los niños para pedir dulces, explica, existe una tendencia durante esos días en donde grupos de jóvenes organizan fiestas de disfraces con el pretexto de ingerir grandes cantidades de alcohol y quienes no entienden razones.
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Jiménez Macías lamentó finalmente que, a estas alturas de la pandemia, una gran parte de la población no haya tomado conciencia real del riesgo que se corre y tampoco siga las medidas sanitarias que ayudarían a evitar la propagación del virus, especialmente quedarse en su casa si no tienen nada urgente que hacer fuera de ella.
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