Incursiones y destrucción al interior de templos católicos, ocurridos en diferentes partes de la República Mexicana, durante las marchas con motivo del Día de la Mujer, no fueron propiciados por aquellos que luchan por terminar con la violencia en contra del género femenino, sino por grupos de choque que buscan desvirtuar una lucha completamente legítima.
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El vocero de la Diócesis de Aguascalientes, Felipe Gutiérrez Rosales, lamenta que estas personas aprovechen un movimiento surgido del sufrimiento de un grupo de la sociedad, para realizar acciones de vandalismo contra comercios, edificios históricos y templos católicos.
Debemos dejar en claro que la violencia proviene siempre de un pequeño grupo, no de todas las mujeres que marcharon, sino de quienes se aprovechan de este movimiento. No es justo desvirtuar una lucha legítima y el principal objetivo, que es hacer visible la violencia, muchas veces ignorada
Reconoce que, durante la marcha del pasado domingo realizada en la zona centro de Aguascalientes, un grupo de integrantes del Frente Nacional por la Familia resguardó todas las entradas a la Catedral de Aguascalientes, sin embargo, ellos lo hicieron por su iniciativa y voluntad, sin que nadie se los solicitada.
Afortunadamente en la entidad no se registró violencia por parte de los manifestantes, ni en la zona centro de la capital, ni en ninguno de los templos enclavados en la Diócesis.
Dentro de los grupos que han infiltrado la lucha para detener la violencia de género, reconoce, se encuentran aquellos que promueven el aborto y pretenden homogeneizar ambas causas.
Todos queremos que no haya violencia, sin embargo en ese tema central hay grupos anti vida que se inmiscuyeron y que lo tomaron como bandera. Afortunadamente muchas personas lo saben diferenciar muy bien y no hay una expresión de confusión. Desgraciadamente hay quienes aprovecharon el momento mediático para tratar de ganar terreno para sus fines y no hay que confundir, porque ya el Papa Francisco ha advertido que no deben contratarse sicarios para resolver un problema, pero ese no es el camino
Debemos dejar en claro que la violencia proviene siempre de un pequeño grupo, no de todas las mujeres que marcharon.
Felipe Gutiérrez Rosales, Vocero de la Diócesis de Aguascalientes
