Arturo Lona Reyes falleció este sábado 31 de octubre en Lagunas, Oaxaca. El querido obispo emérito de Tehuantepec, nació el 01 de noviembre de 1925 en la ciudad de Aguascalientes. Hace unas semanas fue contagiado de COVID-19, virus que aunado a sus afectaciones cardiacas y diabetes le costaron la vida.
El presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, a través de sus redes sociales, lamentó la partida del originario del Barrio de Triana a quien reconoció:
Por su trabajo ejemplar en favor de los más pobres, como lo dije cuando me visitó en Palacio Nacional el 26 de febrero de 2019
Arturo Lona Reyes sufrió once atentados en su contra y en el 2018 fue amenazado por caciques de la Selva de los Chimalapas.
En 2008, recibió el XVI Premio Nacional de Derechos Humanos “Don Sergio Méndez Arceo” en reconocimiento a la defensa que por décadas hizo de los pueblos indígenas de Oaxaca.
“El Flaco” fue ordenado sacerdote el 15 de agosto de 1952. En 1971 fue nombrado obispo de Tehuantepec, Oaxaca.
Antes de entrar al seminario terminó su relación con Raquel, su novia de la adolescencia, le confesó que deseaba “ser curita”. Ella se sintió traicionada.
En su juventud jugaba basquetbol y el ser ambidiestro le permitía lanzar el balón a la canasta con un “gancho”. También jugó fútbol y era el portero oficial del seminario.
Al llegar a Oaxaca, ya como obispo, aprendió a hablar Náhuatl. Usaba huaraches en sus largas caminatas en la Selva de los Chimalapas. Fue muy claro al precisar que sus restos mortales deberían ser sepultados en Oaxaca.
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CENADURÍA LOLITA | ¿A qué sabe Aguascalientes?
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