Durante las próximas dos semanas, un número indeterminado de peregrinos iniciará, especialmente durante los fines de semana, su largo recorrido a pie hasta la vecina ciudad de San Juan de Los Lagos, distante a 82.2 kilómetros de esta capital.
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Este camino debe hacerse no en medio del escándalo o la fiesta, sino en meditación, con fe y la convicción de que fortalecerá nuestra espiritualidad, puntualiza el vocero de la Diócesis de Aguascalientes, Felipe Gutiérrez Rosales.
Durante la conferencia de prensa que semanalmente ofrece el Obispado, hace un llamado a los miles de aguascalentenses que, en el transcurso de las próximas dos semanas habrán de emprender este viaje, para que tomen sus precauciones con los múltiples peligros que encontrarán en el camino.
Tomen en cuenta que no se trata de cumplir con retos personales o de hacer un día de campo con amigos, porque muchas veces eso es lo que se hace. Por el contrario, el motivo es religioso, es una peregrinación, una búsqueda de Dios y ojalá que haya las medidas necesarias, sabemos que las autoridades han tomado sus previsiones para cuidar a los peregrinos, tanto en los espacios de descanso, como en el trayecto
El fin de toda peregrinación, apunta, es hacer del caminar una búsqueda de Dios, especialmente porque a lo cansado del camino, el frío de la madrugada y los obstáculos del terreno, se suma la presencia de grupos delincuenciales establecidos en esa zona de Jalisco.
Los invitamos a tener cuidado, los invitamos a que no caminen solos, que lo hagan en grupo y se haga de una manera consciente. Que ojalá a este cuidado se sumen las instancias de seguridad pública y protección civil, no solo de Aguascalientes, sino también de los municipios de Jalisco como Encarnación de Díaz y el propio San Juan de los Lagos.Felipe Gutiérrez Rosales, Vocero de la Diócesis de Aguascalientes
Reconoce que no existe una estimación del número de personas que emprenderán este recorrido durante las próximas semanas, toda vez que no existe una organización y cada peregrino en lo particular toma de manera espontánea la determinación de realizar este sacrificio.
Hizo finalmente un llamado a no arriesgar la vida o la salud mediante estas acciones, toda vez que, si no existe espiritualidad, nos podemos quedar solo en prácticas externas sin sustento.