El gobernador de Puebla, Miguel Barbosa, debe disculparse públicamente con el pueblo de México, con los poblanos y en especial con la familia del Martha Érika Alonso y Rafael Moreno Valle, además de comprometerse de no ahondar más la división, encono y enfrentamiento entre los mexicanos.
El vocero del Comité Ejecutivo Nacional del Partido Acción Nacional (PAN), Fernando Herrera Ávila, las expresiones del mandatario poblano son inescrupulosas e irrespetuosas, que lo dibujan de pies a cabeza.
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Durante la semana que concluye, el morenista Miguel Barbosa dijo en un discurso que el 1 de julio de 2018 él ganó la elección “me robaron y los castigó Dios”, en clara referencia al trágico accidente de helicóptero donde perdieron la vida la gobernadora poblana y su esposo el senador Rafael Moreno, además de la tripulación de la aeronave.
Cuestionado sobre el particular, Herrera Ávila condenó que esta actitud sea el reflejo del pensamiento de muchos representantes de Morena que han llegado al poder de la mano de la 4T.
Es impensable, abundó, que una figura pública pretenda lucrar políticamente o se aproveche de una tragedia, a costa de echar sal a una herida que aún está lejos de sanar.
Barbosa ahonda las diferencias que existen en el país. Aún hay muchos pendientes por aclarar de lo que ocurrió en ese accidente, no hay una explicación clara y contundente. Las expresiones de Barbosa reflejan el clima de odio que él mismo ha sembrado y que no contribuye a garantizar respeto entre los mexicanos. Es una señala de que donde no hay decencia, lo único que impera es el impulso irreflexivo
No debe ser el resentimiento el lenguaje que comunique a los gobernantes.
Fernando Herrera Ávila
Vocero Nacional del PAN
