El nivel de pobreza en el país tiene una estrecha relación con la probabilidad que los pobladores de ciertas localidades puedan o no contraer Covid-19, así como de desarrollar una enfermedad grave, expuso el Consejo Nacional de Evaluación de la Política de Desarrollo Social (Coneval) en su más reciente reporte del “Visor Geoespacial de la Pobreza y la COVID-19 en los municipios de México”.
La distribución de la enfermedad en el país, apuntó el documento que reúne datos hasta el 2 de julio, se origina principalmente a factores conocidos como la concentración territorial de personas, es decir, aquellas comunidades con poca población tienen menos probabilidades de aumentar su número de contagios, similar a lo que ocurre con las que se ubican en lugares remotos.
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Sin embargo, alertó, existe más posibilidad de que las personas que vivan en estas zonas puedan desarrollar una enfermedad más aguda.
En Oaxaca, por ejemplo, el Coneval señaló que los 28 municipios del estado que no reportan casos de Covid-19 comparten ciertas características de aislamiento, provocadas por su ubicación en zonas montañosas, su baja densidad de población y su limitada accesibilidad a caminos pavimentados.
En cambio, los contagios se han mantenido estables en las zonas urbanas del país, pues tan sólo hasta el 2 de julio, la Ciudad de México, Estado de México, Nuevo León, Sinaloa y Veracruz, concentraban el 55.7 por ciento de los casos activos de coronavirus, según el informe.
Destaca que, aunque algunas localidades rurales sí registran contagios, el 88 por ciento de las infecciones activas se localizan en las zonas metropolitanas y, por sí solo, el territorio que abarca el Valle de México tiene tres veces más (68 mil 769), que los que se encuentran en aquellas que no pertenecen a esta categoría (20 mil 511).
De esta manera, aunque en 100 de los 629 municipios con 80 por ciento de su población pobre se registraron casos activos, la incidencia de contagios ha sido baja, pues apenas hay 48 contagios confirmados en promedio por cada 10 mil habitantes, mientras que en los municipios con menos de 80 por ciento de su población en situación de pobreza, son 494 casos por cada 10 habitantes; más de 10 veces más.
No obstante, pese a que el índice de contagios es mucho menor en estas zonas del país, el Coneval advierte que las probabilidades de que la enfermedad se agrave aumentan.
Según sus cifras, el 23.1 por ciento de los contagios registrados en 607 de los municipios más pobres del país requirieron hospitalización, más del doble que el 11.3 por ciento que necesitó atención médica especializada a nivel nacional.
Y es que las mismas condiciones de aislamiento que refirió el Coneval, impulsadas por lo remoto de las viviendas y la falta de infraestructura funcionarían como catalizador para que la situación se desarrolle de esa manera.