Iglesia critica alza de salarios en la burocracia de México

Señalan que pese a la emergencias que presenta el país, de los cinco billones del Presupuesto, solo se asignaron 20 mil 500 millones al Fonden

Por Alejandro Suárez

  · lunes 20 de noviembre de 2017

El cardenal Norberto Rivera. Foto: Cuartoscuro

La Arquidiócesis Primada de México criticó el alza de salarios de la alta burocracia que se decretó en el Presupuesto de Egresos de la Federación, esto en detrimento de otros rubros más urgentes, como lo son el fondo para la reconstrucción tras los sismos de setiembre pasado.

En el editorial del semanario Desde la Fe, la Arquidiócesis señala que pese a la gran emergencia que representa la reconstrucción tras los sismos, de los cinco billones del PEF 2018 sólo se asignaron 20 mil 500 millones al Fondo de Desastres, cuando el presidente, legisladores y consejeros de organismos autónomos se subieron el sueldo.

“El problema de la reconstrucción demanda más recursos de los que fueron asignados, pues deben usarse en todo el territorio nacional. El problema se agrava cuando, a pesar de las demandas de recortes a ramos inútiles, se percibe un incremento en las compensaciones y sueldos de altos mandos de la burocracia, rayando simplemente en la obscenidad económica más indignante”, dice el editorial.

De ejemplo pone los salarios del Ejecutivo federal: el presidente, pese a que no trabajará todo 2018, recibirá una remuneración de 3.1 millones de pesos, mientras que los secretarios sumarán 1.23 millones de remuneraciones a lo largo del año, cifras superiores a las del presente año.

La Arquidiócesis Primada de México también pone en la misma crítica a los diputados federales, quienes pese a reducirse 24 mil pesos en su percepción anual, ésta sigue siendo muy alta al alcanzar 1.4 millones, más prestaciones, mientras que senadores ganarán 1.8 millones anuales, y los consejeros del INE 249 mil pesos al mes y los ministros de la Suprema Corte 651 mil pesos al mes; en contraste, el salario mínimo es de 80 pesos diarios. “Estos salarios son el reflejo de las notables desigualdades que guardan, poco a poco, el malestar social que no encuentra un punto de escape. Y parece confirmar lo que cada fin de sexenio aparece cuando las cosas están a punto de concluir”, finaliza el editorial.

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