Durante la última semana, y a pesar de la reciente ola de contagios, las muertes registradas en todo el mundo como proporción de los casos nuevos fueron apenas el 0.3%.
Esta es la tasa de letalidad más baja del virus en toda la historia de la pandemia. Por ejemplo, durante abril del 2020, cuando no existían vacunas y los grupos más vulnerables estaban más expuestos al virus, la tasa llegó a registrarse en 8.7%.
Incluso durante la reciente oleada de casos asociada a la variante Ómicron este indicador no ha superado el 1%.
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