Ángel Lozano es un pepenador que debe dedicar toda la noche y gran parte del día, a hurgar entre los contenedores en busca de material para vender a empresas recicladoras y, si tiene suerte, algo en buen estado que pueda llevarse a la boca.
Contrario a lo que ocurre con la gran mayoría de las personas que trabajan, al final de la jornada no cuenta con un sillón dónde sentarse a descansar, una cama para lograr un sueño reparador y ni siquiera una casa dónde guarecerse de las inclemencias del tiempo.
Su vivienda, en la colonia Macías Arellano, fue consumida por las llamas junto al material que reciclaba, por lo que se vio obligado a improvisar una casa de cartón, palmas y tela en plena vía pública, hasta donde de continuo llegan elementos policiacos, los mismos a quienes acusa de haber prendido fuego a su casa, a detenerlo bajo el argumento de que no puede ocupar ese terreno.
Un oficial de policía le prendió fuego al material que habíamos guardado para vender, nos decía que para que nos saliéramos porque nos acusaba de paracaidistas, a pesar de que la casa es de mi mamá
Asegura que ya presentó una denuncia, pero la misma no ha caminado porque es contra la autoridad y a la autoridad no se le gana. Lo que queremos es que nos paguen los daños de lo que quemaron y que se causó a la vivienda con el fuego, pero no nos hacen caso y yo creo que nunca nos van a pagarCon todo en contra, no se amilana y todas las noches, sale a revolver entre la basura depositada entre los contenedores, si tiene suerte, encuentra lo suficiente para pasar el día. En los días malos, no solo no encuentra nada, sino que llegan a detenerlo, por vivir en un terreno ajeno. No hay sin embargo ninguna denuncia por este supuesto delito y luego de 36 horas siempre lo dejan en libertad.
Yo no le pido nada a nadie, vivimos de recoger cartón y botellas. Sólo quiero que me dejen vivir. Los daños por mi casa, esos sé que nunca los voy a poder recuperar, ya que no me los paguen.