Una auténtica vida de infierno padecían junto a su madre los menores Érik Jareth y Estrella Nahomi, quienes hoy luchan por su vida en el Shriners Hospital for Children de la ciudad de Galveston, en el norteamericano estado de Texas.
Su padre, Juan, quien hasta este lunes permanecía detenido en las instalaciones del C-4 municipal, no trabaja y es tan aficionado a las drogas como a desquitar su furia contra su esposa y los dos menores.
Ha ingresado en 59 ocasiones a los separos de la Policía Municipal por alterar el orden púbico, por drogadicción y violencia intrafamiliar. Cuando menos en una ocasión amenazó de muerte con un cuchillo a su propio hijo Érick.
Según relata una tía de los niños, de nombre Pamela Lara, a pesar de esta delicada situación y las constantes agresiones físicas y verbales, las denuncias interpuestas por esta situación ante diferentes autoridades no han prosperado.
El sábado anterior, este sujeto agredió de nueva cuenta a su esposa, quien por enésima ocasión solicitó su detención.
Cuando llegaron los elementos, ella se quería llevar a sus niños en la patrulla, de hecho, los niños ya se habían subido a la patrulla y el policía preventivo que la llevó no quiso llevarse a los niños, la causa que le dijo fue que no podían entrar al Ministerio Público. El policía fue el que no quiso que mi hermana se llevara a los niños, por eso se quedaron encerrados.
La señora Pamela refirió que ahora la familia se encuentra temerosa de que el sujeto recupere su libertad y cuando sus sobrinos sean dados de alta en la ciudad de Galveston las agresiones continúen.
No sé si mi hermana esté muy enamorada de esta persona, amenazada, ciega o todo a la vez. Aquí todos los vecinos saben que se levanta muy temprano, es una mujer muy trabajadora que mantiene a toda su familia. Pamela Lara