Resulta perverso realizar una caravana migratoria sin ningún esquema de organización y protección para los menores –algunos de los cuales, no son acompañados por sus padres–, con el propósito de exhibir las políticas migratorias de Donad Trump.
Víctor Manuel Rodríguez Rescia, miembro del Comité de Derechos Humanos de las Naciones Unidas, consideró que los organizadores no deberían utilizar a víctimas de derechos humanos para revictimizarlos, como ocurre actualmente con la caravana que salió desde Honduras, la cual pone en riesgo la vida de personas.
Consideró que si la intención es criticar las políticas migratorias de Donald Trump, como la construcción del muro, hay diversos medios para hacerlo;
pero no es válido exponer a miles de personas (…) hay que ser parejos, uno no puede reclamar derechos, sino que tienen también deberes.
No obstante, Rodríguez Rescia consideró que no hay marcha atrás y esta migración masiva ya está en territorio nacional, por lo cual le corresponde al Estado mexicano protegerla, siendo necesario que genere un anillo de protección a su alrededor, pues no debe dejar estas encomiendas a las organizaciones civiles que están ayudando y acompañando a la caravana.
Puntualizó que no es un delito que muchas de estas personas tengan un carácter de indocumentados en el país, pues independientemente de si califican o no para darles protección o refugio, no pueden ser expulsados ni se les puede devolver a su país de origen, pues sería un procedimiento ilegal, desde el momento en que pasaron el cruce fronterizo.
Finalmente, expresó que México ha firmado tratados de derechos humanos en este sentido, los cuales están al mismo nivel que la Constitución, lo cual debe generar un cambio en la visión de la protección de los derechos humanos.
