El investigador Luis Antonio Suárez Marmolejo advirtió que, de no generar un modelo integral para combatir los problemas de agua en la ciudad, la desigualdad y escasez en el acceso al líquido serán un problema constante, de tal suerte que los habitantes de las periferias y de colonias populares serán los más afectados.
Por tanto, urgió a las autoridades a realizar este proyecto, que deberá incluir a todos los sectores de la sociedad, y más ante la llegada de más empresas e industrias a Aguascalientes.
Asimismo, criticó que los planes en México se hacen “de arriba para abajo”, todas las políticas públicas en torno a la gestión de agua potable, alcantarillado, saneamiento, se diseñan en escritorios de oficinas gubernamentales y muy pocas veces se escuchan las necesidades de los ciudadanos: “todavía estamos en pañales en ese aspecto”, lamentó.
Es necesario que la gente se una y pueda incidir en las políticas públicas en la materia: “es uno de los ejemplos de mayor éxito que podría aplicarse en Aguascalientes para proponer un modelo de gestión integral que incorpore las demandas de los ciudadanos, pero también la participación de los gobiernos en sus distintos niveles, de esa forma se podría avanzar”, subrayó.
Sostuvo que está comprobado que una ciudad en la medida que crece provoca más demanda de agua potable y sus servicios derivados, todo lo cual genera más presión sobre los recursos hídricos y entra en discusión la escasez de agua, por lo que, “desde mi punto de vista, no se trata de que haya escasez, el problema es que está mal distribuida el agua; si hubiera mejores mecanismos habría más distribución y mejor, eso deben entenderlo las autoridades a la voz de ya”.
El agua dulce se ha convertido en un tema fundamental de debate en todo el mundo. No existe actividad humana con la que el agua no tenga relación, y las problemáticas alrededor de ella son tan diversas como sus actores.
De manera especial, México padece importantes problemas de agua de diversa índole: de infraestructura, de conservación, de financiamiento, de contaminación, de distribución, de equidad en el acceso, de gestión, además de enfrentar también una alta vulnerabilidad por el cambio climático global.
En la búsqueda de soluciones hay muchas iniciativas de distintos sectores de la sociedad, entre los cuales las organizaciones de la sociedad civil, las organizaciones de base, los académicos y especialistas no son la excepción en esta tarea. Discuten, proponen y actúan en distintos temas relacionados con el agua, muchas veces con distintas ópticas, pero con un mismo fin: lograr la conservación de los recursos hídricos y su adecuada gestión integral, respetando al máximo los derechos humanos, la equidad de género, la gestión democrática, los derechos de las etnias y los derechos de la propia naturaleza.