En el Hospital hay un protocolo de urgencia cuando llega alguna persona con un dolor torácico pues hay muy poco tiempo para determinar si se trata de un infarto pues de serlo hay que actuar de inmediato.
Así lo informó en entrevista Luis Delgado Leal, jefe de cardiología del Centenario Hospital Miguel Hidalgo, quien aclaró que no todos los dolores de pecho significan necesariamente un infarto, el cual es ocasionado por la oclusión de una arteria coronaria
Las arterias, añadióson las que hacen que el corazón se contraiga de manera adecuada, de tal forma que entre más rápido se pueda restablecer el flujo sanguíneo y así evitar un mayor deterioro de este órgano
Las personas propensas a sufrir este golpe, señaló, son los diabéticos, los que tienen presión arterial elevada, sedentarios o bien que traigan una carga genética que predisponga a sufrir este problema.
Por tanto, ante un infarto lo único que se puede hacer es tratar de que el daño al corazón sea lo menos extenso posible, posteriormente se establece un tratamiento para tratar de recuperar la función que tenía este músculo antes del infarto y la mayor parte de las veces, si la atención fue oportuna la recuperación será también más rápida.
El tratamiento, refirió, se ofrece a través de dos grupos de medicamentos, los primeros se deben de tomar en un lapso aproximado de un año y los otros el paciente los deberá consumir el resto de su vida para que la cicatriz que deja el infarto sea lo menos grande posible y procurar que el músculo cardiaco se regenere en todo lo posible.