En vez de llegar con buenas noticias, la directora nacional de las universidades del Bienestar “Benito Juárez”, llegó a principios de esta semana pero sólo para informar de las cualidades de este sistema educativo con los estudiantes, los profesores fueron ignorados.
Así lo comentó el coordinador del plantel Calvillo, Salvador Medina, quien dijo que se recibió a principios de esta semana, la visita de la directora general de este subsistema universitario, Raquel de la Luz Sosa Elizaga:
Pero no llegó con animó de diálogo, pero sí con una actitud amenazadora.
Al cuerpo docente “no lo tomó en cuenta, sólo habló con los estudiantes y dejó implícita la amenaza de que va a renovar al cuerpo docente, sin importar que probablemente que queden truncas las clases y que no se complemente el ciclo escolar y bueno, este fue el resultado de mis palabras”.
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Señaló que “más allá de lo que pedagógicamente pudiera hacer falta, “el punto es que desde que se nos convocó en febrero de 2019 y se nos aceptó como docentes, por los títulos y experiencia académica y profesional, pero de abril de este año a la fecha, esta situación comienza a ponerse de otro color ya que la dirección general comenzó a depurar al personal académico, sin motivo aparente”.
Por nuestra parte, no alcanzamos a entender, porque la misma directora en sus discursos se desdice o tira por tierra todo el trabajo previó que se hizo previó al inició de clases, diciendo que no lo sabía
Sin embargo, “en este caso no puede haber una liquidación posible, ella insiste en que el programa opera sobre una base de subsidios contrario a lo que dice el presidente Andrés Manuel López Obrador, en cuanto a que la subcontratación no debe de aplicarse, aun así, ella maneja un esquema de convenios, lo que va en contra de todo derecho al trabajo, no conoce de relación laboral, y al momento que firmamos para trabajar en estas universidades, renunciamos a derechos que no se pueden omitir”.
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De tal forma que el problema ya se extendió a todo el país:
Pero en esta sede en particular todo comenzó por el simple hecho que yo en mi papel de coordinador académico, le solicité información para saber por qué razón los sueldos de mi personal docente no llegaban completos.
Salvador Medina, Coordinador del plantel Calvillo
Después de eso, “recibí un correo amenazante, intimidatorio, donde además ponía en duda mi capacidad académica para poder estar en este puesto y ya era tiempo de cambiar la coordinación académica, lo que no hubiera ocurrido si hubiera replicado su actitud autoritaria”.
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