Sí hubo milagro

Momentos de sufrimiento

Mario Luis Ramos Rocha

  · miércoles 27 de junio de 2018

Los aficionados vivieron momentos de incertidumbre, donde por momentos se olvidaron del partido entre México y Suecia y se concentraron más en el de Alemania-Corea, de donde dependió el pase de nuestro país a octavos de final.

Ante la derrota de la Selección Mexicana de Futbol y su casi eliminación de la justa mundialista, los aguascalentenses estuvieron por momentos a punto de volver a la realidad pero el alma les volvió al cuerpo al confirmarse la derrota de los teutones y que, por primera vez desde 1986 nuestro país estará en la segunda fase de la justa mundialista.

Desde temprano, y contrario a lo ocurrido durante los dos anteriores partidos, este miércoles restaurantes y centros de reunión pública permanecieron semivacíos y solo podía observarse a los comensales de costumbre.

Durante la mañana, el interés de los pamboleros se concentró en las computadoras y pantallas de televisión instaladas en oficinas públicas y privadas, donde por dos horas se paralizaron las actividades y se vivieron toda clase de emociones encontradas.

Las autoridades de seguridad realizaron un fuerte operativo de vigilancia en la glorieta del monumento a Benito Juárez, en pleno centro de la ciudad y donde desde hace décadas suelen congregarse los aficionados a celebrar cualquier tipo de triunfo deportivo.

Este operativo estuvo a punto de ser cancelado ante la estrepitosa derrota de México, sin embargo finalmente sí se llevó a cabo luego de que, irónicamente, Corea favoreció a los mexicanos.

Las instituciones escolares de educación básica reportan un nivel de ausentismo mayor al 50%, ante la decisión de muchos padres de familia que de manera unilateral determinaron no llevar a sus hijos a la escuela y permitirles que observaran el partido en la comodidad de sus hogares.

No faltaron los taxistas y conductores de automóviles particulares que aprovecharon la tecnología para observar las incidencias en sus teléfonos celulares, colocados estratégicamente en la parte frontal del parabrisas, ante la indiferencia de las autoridades de Tránsito Municipal, quienes en ningún momento llamaron siquiera la atención a estos choferes.