Con la bendición de los ramos y la procesión que conmemora la entrada triunfal de Jesucristo a Jerusalén, la Iglesia católica dio inicio a la Semana Santa, la conmemoración más importante para el mundo cristiano.
Al presidir la misa solemne por el Domingo de Ramos, el custodio de Catedral, Raúl Sosa Palos, hizo un llamado a vivir estas fechas con un espíritu de reconciliación y en la fe que ésta es una semana dedicada no a la diversión, sino a la reflexión del sacrificio realizado por Jesucristo para dar a la humanidad la oportunidad de vida eterna.
Acompañado del canónigo Casimiro Serna, Sosa Palos bendijo ramos de eucalipto, hojas de palma, manzanilla y otras plantas, que medio centenar de fieles llevaron en las manos y agitaron mientras caminaron por el atrio y la nave central de Catedral, hasta llegar al altar, recreando así la entrada a la Ciudad Santa.
Al igual que la muchedumbre que aclamó a Jesús en la entrada a Jerusalén, acompañémoslo también nosotros y aclamémoslo como el hijo de Dios
Con el Domingo de Ramos, comienza la semana más solemne de la Iglesia, que concluye exactamente en ocho días con el Domingo de Resurrección.
Durante la Semana Mayor conmemoramos los misterios centrales de nuestra fe. Y nosotros hemos iniciado nuestra celebración aclamando al hijo de Dios. Que ello sirva para avivar nuestra fe y disponernos para celebrar estos días con toda devoción y con un espíritu renovado para afianzar nuestros pasos en el seguimiento de la redención que ha sido puesta a nuestro alcance.Raúl Sosa Palos
No hay gloria de resurrección sin el paso por la cruz, dijo finalmente, al tiempo que invitó a los presentes a vivir esta semana de manera plena y aguardando la redención que nos ha sido prometida.