Ya no es como antes, ahora es cada vez mayor el número de personas que llega al panteón a llevarle un ramo de flores al padre o al abuelo ausente, mucha gente le trae algunos bocadillos y los que pueden hasta música.
Así lo comentó la señora Carmen Luna mientras arreglaba con sus hijos la tumba de su esposo, fallecido hace cuatro años y sepultado en el panteón municipal La Asunción, mientras del otro lado de la barda, en el camposanto Jardines Eternos, llegaba la música del mariachi.
Según refirieron los vigilantes del panteón La Asunción, las familias comenzaron a llegar al cementerio desde poco antes de las 8:00 horas, para el medio día la mayoría de las seis mil tumbas de este camposanto lucía ramos de flores y otros tipos de adornos, globos inclusive,
pero hubo personas que comenzaron a llegar desde el miércoles,
aclararon.
Dentro del panteón había familias completas y personas que en solitario rezaban al padre o al marido fallecido.
El comercio y los servicios no se quedaron al margen, las poco más de 10 florerías instaladas, tanto a la entrada de La Asunción como de Jardines Eternos, lucían abarrotadas, con ramos que iban de los 25 pesos a arreglos que costaban hasta los 250.
Para los taxistas el día fue también provechoso,
desde las 8:00 horas hemos tenido pasaje, gente que quiere llegar a los panteones o que ya va de regreso a su casa,
señaló uno de los taxistas que esperaba pasaje frente a Jardines Eternos.
Los grupos musicales establecen diferentes tarifas según el tipo de música, el comercio ambulante ofrecía antojitos, helados y figuras religiosas.
Comercio:
Tal y como suele ocurrir el Día de la Madre, el comercio se activó en torno a los panteones de la ciudad