Sin mayor convocatoria, discursos, grandes eventos, comidas o desayunos, como solía ocurrir en el pasado, integrantes de la sección 2 del Sindicato de Trabajadores Ferrocarrileros de la República Mexicana (STFRM), conmemoraron el 113 aniversario de la valiente acción de Jesús García Corona, bautizado popularmente como el Héroe de Nacozari y la cual dio origen a la celebración del Día del Ferrocarrilero.
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Apenas media docena de integrantes de este gremio, encabezados por su dirigente en la entidad, Raúl Vázquez Valdez, colocaron a primera hora de ayer sábado, una ofrenda floral en el busto de bronce dedicado a García Corona, que se encuentra en el jardín frontal de la sede sindical.
En esta ocasión, la dirigencia nacional determinó no realizar la ceremonia masiva que cada año se llevaba a cabo en la capital del país, con la asistencia de delegaciones de trabajadores procedentes de toda la República Mexicana, dado el alto riesgo de contario que ello significaría.
Tampoco se ofreció, en la sede local del sindicato, el desayuno al que cada año solían asistir jubilados ferrocarrileros, quienes, por su edad y padecimientos físicos, son considerados una población de alto riesgo ante la pandemia.
Bastaron solo tres minutos para colocar la ofrenda floral, montar una pequeña guardia de honor y tomar algunas fotografías para dar cuenta de que, a pesar de la pandemia, el valiente acto del Héroe de Nacozari aún es recordado y venerado.
Como ha quedado escrito en la historia ferrocarrilera de nuestro país fue la mañana del 7 de noviembre de 1907, cuando el joven maquinista Jesús García Corona trasladaba un cargamento de cuatro toneladas de dinamita en un convoy donde, por error, se habían colocado los carros con el explosivo no al final del tren, sino peligrosamente cerca de la máquina de vapor, la cual, además, presentaba una falla que provocaba escaparan brasas ardientes de la caldera.
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Al encontrarse dentro de la población de Nacozari, en el estado de Sonora, sucedió lo inevitable y se inició el fuego, ante lo cual el maquinista imprimió toda la fuerza que pudo para alejarlo del sitio, a la vez que pedía a su tripulación saltara del tren.
Al estallar la carga de dinamita, el estruendo fue tal que pudo escucharse a 16 kilómetros del sitio, donde además de Jesús García, fallecieron otras trece personas, pero cientos más lograron salvar la vida.
113
Años se cumplen de la valiente acción del Héroe de Nacozari
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