En Aguascalientes una de cada cuatro personas que acuden a solicitar empleo en alguna empresa es rechazada por resultar positivo en el examen antidoping o bien es descubierta que tiene algún tipo de adicción o problema de farmacodependencia, consideró ayer a EL SOL DEL CENTRO el abogado laboral Rafael Sierra Moreno.
Las adicciones a la marihuana, la cocaína, la heroína y los inhalantes son un problema en el reclutamiento de personal, de acuerdo a un análisis preliminar que se está realizando sobre el particular.
Como una manera de asegurarse que no entrarán a su nómina empleados que pongan en riesgo al resto del personal o la línea de producción, cada vez son más las empresas que realizan exámenes toxicológicos para detectar con oportunidad las adicciones de los aspirantes.
En algunos casos ha sido posible encontrar casos de empresas a la que acuden obreros a pedir trabajo y se ha tenido que rechazar al 50 por ciento de los solicitantes porque dan positivo en los exámenes de adicciones a las drogasEntre los solicitantes de empleo el grupo de edad que resulta con mayor incidencia en el consumo de estupefacientes se ubica entre los 18 y los 34 años. Algunas de las adicciones se han desarrollado porque los trabajadores recurren a determinado tipo de estimulante que eleve el rendimiento laboral, sobre todo en los turnos nocturnos, por lo que terminan por engancharse a un uso regular o intensivo de la droga.
Los inversionistas, industriales, empresarios y comerciantes en general ya no se encuentran dispuestos a comprar riesgos, además de que no es posible cuidar los hábitos de cada trabajador, por eso se está comenzando a exigir ese requisito a fin de poder ser dado de alta en una empresa.
Si continúa en ascenso el consumo de estupefacientes entre la población en edad productiva, se acentuará paralelamente la carencia de mano de obra calificada, por lo que podría haber hasta problemas para contratar personal.
En virtud de que se han detectado casos de adicción entre los trabajadores y obreros en general, incluyendo también a los de la rama de la construcción, es necesario que los hombres de empresa realicen también acciones de prevención y rehabilitación entre su plantilla laboral.
Es necesario que la iniciativa privada y en particular los organismos empresariales se sumen a la campaña que llevan a cabo las autoridades para prevenir y combatir la drogadicción, sobre todo ahora que la cocaína se puede conseguir con tanta facilidad, como si fuera uno a comprar un refresco a la tienda de la esquinaLos empresarios deben sentir también la obligación moral de rehabilitar a todas aquellas personas que presentan adicciones e, incluso, diseñar un programa específico para cada empresa mediante la asignación de una partida especial que permita prestar asesoría a los adictos y evitar que más trabajadores puedan ser contagiados.
Si se detecta que un elemento clave en la producción es adicto a las drogas, lo más conveniente es enviarlo a rehabilitación, pero no despedirlo, porque en vez de ayudarlo se aceleraría su autodestrucción, sostuvo el abogado Alfredo Sierra Moreno.
Esa persona al verse sin empleo, frustrado y hasta repudiado, se refugiaría por completo en el mundo de las drogasEl problema de las drogas en materia laboral se agudiza en casi todas las ramas productivas, no se diga en la industria de la construcción, concluyó.
EL DATO:
En ascenso el consumo de estupefacientes entre la población en edad productiva
