/ martes 1 de enero de 2019

Preocupa estabilidad laboral a clase obrera

Endeudados, con bajos recursos y preocupados más por la estabilidad laboral que por otros problemas como la inflación, el crimen o la salud

Endeudados, con bajos recursos y preocupados más por la estabilidad laboral que por otros problemas como la inflación, el crimen o la salud, los aguascalentenses se han visto forzados a modificar sus hábitos de consumo para hacer frente al encarecimiento de alimentos, consideró el economista Alfredo Márquez Márquez.

Cerca de la mitad ha optado por comprar menos cantidad en alimentos con tal de mantener las marcas de su preferencia, mientras que entre 54 y 67% prefieren comprar marcas más baratas en otros productos, incluidas las llamadas “genéricas”, propias de los supermercados y que registran un incremento de 27 por ciento en promedio en diversas mercancías.

Cambios de hábitos de consumos que se explican cuando el sector socioeconómico de bajos ingresos llega a representar 61% de la población total, por encima de países con economías similares, como Chile y Argentina, donde el porcentaje de pobres es de 43 y 52%, respectivamente.

Sector que se vuelve más sensible a las variaciones macroeconómicas cuando la compra de alimentos acapara 34.5% de sus ingresos -tres veces más del que destina, por ejemplo, a la vivienda-, revela un análisis elaborado al respecto.

En la actual situación económica, los consumidores enfrentan más problemas para distribuir sus ingresos ya que, explicó el analista, en búsqueda de un mejor nivel de vida, han adquirido mayores deudas, (por lo que) se ven obligados a evaluar cómo distribuye su gasto en alimentos, ante los gastos fijos que ha adquiridotales como pago de la tarjeta de crédito, renta del teléfono celular, gasolina y otros gastos propios del automóvil, servicio de internet o el incremento en el pago de electricidad por el uso de cada vez más electrodomésticos.

Destacó el caso de México donde prácticamente se duplicó el número de hogares que poseen computadora, celular y microondas en un lapso de tan sólo siete años (2002-2009). Adicionalmente, Márquez Márquez aseveró que “los mexicanos son quienes destinan mayor parte de su dinero sobrante al pago de tarjetas de crédito” -45 por ciento-, cuando el promedio en América Latina es de 40 por ciento.

No es de extrañar entonces que las encuestas indiquen que “la mayor preocupación” para casi la tercera parte -29 por ciento- de los consumidores latinoamericanos, incluidos los mexicanos, es la “estabilidad laboral”. Cifra que se dispara a 67 por ciento en el caso del “desempleo” como la principal preocupación, cuando la consultoría plantea la posibilidad de que estalle una crisis local en el respectivo país de los consumidores latinoamericanos encuestados.

Marcadas por la desaceleración económica mundial, el encarecimiento de los alimentos y los energéticos y los otros factores ya mencionados, las tendencias registradas en México sobre el cambio en los hábitos de compra indican que el 51% de los consumidores ha optado por comprar menor cantidad de alimentos con tal de mantener las marcas de su preferencia. Por ello, compran empaques o presentaciones más pequeñas para gastar menos, de acuerdo con los detalles del mencionado análisis.

No sucede lo mismo en el caso de otros productos como bebidas, mercancías para uso doméstico o artículos para higiene y belleza donde entre el 54 y 67% de los mexicanos han preferido buscar marcas más baratas, entre ellas las llamadas “marcas genéricas”, como se conoce aquellas registradas por las mismas cadenas de supermercados y que se venden a precios más baratos.

EL DATO:

Conservar la fuente de trabajo es la principal preocupación de los obreros en general

Endeudados, con bajos recursos y preocupados más por la estabilidad laboral que por otros problemas como la inflación, el crimen o la salud, los aguascalentenses se han visto forzados a modificar sus hábitos de consumo para hacer frente al encarecimiento de alimentos, consideró el economista Alfredo Márquez Márquez.

Cerca de la mitad ha optado por comprar menos cantidad en alimentos con tal de mantener las marcas de su preferencia, mientras que entre 54 y 67% prefieren comprar marcas más baratas en otros productos, incluidas las llamadas “genéricas”, propias de los supermercados y que registran un incremento de 27 por ciento en promedio en diversas mercancías.

Cambios de hábitos de consumos que se explican cuando el sector socioeconómico de bajos ingresos llega a representar 61% de la población total, por encima de países con economías similares, como Chile y Argentina, donde el porcentaje de pobres es de 43 y 52%, respectivamente.

Sector que se vuelve más sensible a las variaciones macroeconómicas cuando la compra de alimentos acapara 34.5% de sus ingresos -tres veces más del que destina, por ejemplo, a la vivienda-, revela un análisis elaborado al respecto.

En la actual situación económica, los consumidores enfrentan más problemas para distribuir sus ingresos ya que, explicó el analista, en búsqueda de un mejor nivel de vida, han adquirido mayores deudas, (por lo que) se ven obligados a evaluar cómo distribuye su gasto en alimentos, ante los gastos fijos que ha adquiridotales como pago de la tarjeta de crédito, renta del teléfono celular, gasolina y otros gastos propios del automóvil, servicio de internet o el incremento en el pago de electricidad por el uso de cada vez más electrodomésticos.

Destacó el caso de México donde prácticamente se duplicó el número de hogares que poseen computadora, celular y microondas en un lapso de tan sólo siete años (2002-2009). Adicionalmente, Márquez Márquez aseveró que “los mexicanos son quienes destinan mayor parte de su dinero sobrante al pago de tarjetas de crédito” -45 por ciento-, cuando el promedio en América Latina es de 40 por ciento.

No es de extrañar entonces que las encuestas indiquen que “la mayor preocupación” para casi la tercera parte -29 por ciento- de los consumidores latinoamericanos, incluidos los mexicanos, es la “estabilidad laboral”. Cifra que se dispara a 67 por ciento en el caso del “desempleo” como la principal preocupación, cuando la consultoría plantea la posibilidad de que estalle una crisis local en el respectivo país de los consumidores latinoamericanos encuestados.

Marcadas por la desaceleración económica mundial, el encarecimiento de los alimentos y los energéticos y los otros factores ya mencionados, las tendencias registradas en México sobre el cambio en los hábitos de compra indican que el 51% de los consumidores ha optado por comprar menor cantidad de alimentos con tal de mantener las marcas de su preferencia. Por ello, compran empaques o presentaciones más pequeñas para gastar menos, de acuerdo con los detalles del mencionado análisis.

No sucede lo mismo en el caso de otros productos como bebidas, mercancías para uso doméstico o artículos para higiene y belleza donde entre el 54 y 67% de los mexicanos han preferido buscar marcas más baratas, entre ellas las llamadas “marcas genéricas”, como se conoce aquellas registradas por las mismas cadenas de supermercados y que se venden a precios más baratos.

EL DATO:

Conservar la fuente de trabajo es la principal preocupación de los obreros en general

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