Los diputados locales no deben dar más pasos para la legalización del aborto en Aguascalientes, pues ello los pondría a la altura de los nazis, quienes pretendían decidir quien vive y quien no, quien nace y quién no llega a este mundo.
El obispo de la Diócesis de Aguascalientes, José María de la Torre Martín, condenó que los legisladores de Aguascalientes hayan hecho caso omiso a las más de 15 mil firmas y a las marchas ciudadanas, mediante las cuales se exigía blindar el derecho a la vida desde su concepción hasta la muerte natural.
Los legisladores se negaron a aprobar el derecho a la vida, bueno, que el día de mañana no se les ocurra aprobar el derecho del aborto, el derecho de la muerte o, como ellos dicen, el aborto seguro. No hay aborto seguro, en un aborto siempre muere una persona, y muere una persona indefensa, un niño. No hay ningún derecho por encima de la vida, no podemos agregar derechos propios, pisoteando los derechos ajenos. La vida humana comienza en la concepción y debemos respetarla, no sé por qué nos hacemos bolasDurante la homilía que ofreció al presidir la misa central por los festejos de La Divina Providencia, en el templo del mismo nombre, enclavado en la colonia El Llanito, el prelado reconoció que, no habrá paz mientras no se garantice el derecho fundamental de la vida de los no nacidos.
¿Desde cuándo tienen derecho las mujeres para asesinar a sus hijos? ¿Quién se los dio? ¿Dónde está escrito? Mentiras, falacias. Claro que la mujer tiene derecho a su cuerpo, pero el niño no es su cuerpoAdvirtió que si el propio presidente Andrés Manuel López Obrador, durante su toma de protesta, dijo que se hinca donde el pueblo lo hace, los legisladores deberían hacer lo mismo.
A quién se le hincan? Sirven a dioses que se pudren, a dioses, que se mueren (…) ya llegará el día en que se pongan las pilas y sin temor alguno puedan pronunciarse en favor de la vidaCondenó finalmente que, bajo el argumento de que el embrión “es sólo una pila de células”, el sepulcro de muchos niños sin nacer sea el vientre de su propia madre.
