De los más de 100 sitios arqueológicos localizados en el estado, sólo ha sido posible realizar investigaciones en cuatro de ellos, en tanto fragmentos de cerámica y otras piezas desaparecen constantemente por la falta de vigilancia.
Así lo dio a conocer en entrevista la arqueóloga Ana María Pelz Marín, adscrita a la delegación estatal del Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH), quien informó que si bien los robos no son frecuentes, al menos no se han dejado de presentar, en dos o tres ocasiones de manera organizada.
Pero por lo general, indicó, son sustracciones que realizan personas que salen de día de campo y recogen lo que encuentran, pequeños objetos como puntas de flecha, cuentas o algunas otras cosas y se las llevan sin tener conciencia de que se arrancan un pequeño fragmento de historia, piezas que pudieran ser clave para la reconstrucción de algún episodio prehispánico.
Sin embargo, señaló que hay personas que van específicamente a buscar esos fragmentos u algún objeto,
no es muy frecuente pero lo malo es que nos damos cuenta hasta que llegamos a recorrer el sitio, pero, por ejemplo, hace tres años metimos una denuncia, en ese entonces a la Procuraduría y a la fecha no ha pasado nada pues las evidencias ya habían desaparecido
Lo único que
encontramos en aquella ocasión fueron algunas herramientas, latas de comida y botellas de plástico, el terreno estaba removido pero ignoramos qué fue lo que se sustrajo
En cuanto a pinturas rupestres y petrograbados indicó que deben existir 30 registros en diferentes partes del estado
pero debe haber muchos más.Ana María Pelz Marín