Desde el 2008, Aguascalientes junto con Monterrey y Saltillo son ciudades clásicas en materia competitiva, porque la magnitud y estabilidad de sus economías las posicionan como un referente de buenas prácticas en términos de competitividad urbana.
Lo anterior se desprende de un estudio dado a conocer por el Instituto Mexicano para la Competitividad (IMCO), al subrayar que estas localidades comparten varias características muy definidas que explican la razón de su éxito. En primer lugar, son economías diversificadas, es decir, son lugares donde sus habitantes tienen acceso a una mayor oferta de bienes y servicios no solo para satisfacer las distintas necesidades que pudieran tener, sino para crear y disfrutar de entornos productivos más complejos.
En segundo lugar, se trata de economías que generan la mayor parte de su Producto Interno Bruto (PIB) en sectores que durante los últimos 20 años han crecido a una tasa superior a la del crecimiento nacional. Además, tienen una industria concentrada en sectores de innovación, que generan alto valor agregado y que reciben importantes flujos de inversión extranjera directa.
En términos de su mercado laboral, estas ciudades ofrecen condiciones más competitivas, pues los trabajos están concentrados en empresas grandes y dentro del sector formal. Esta situación deriva en mejores salarios y acceso a servicios de salud, aspectos que son claves para garantizar un mejor nivel de vida tanto para los trabajadores como para sus familias, establece el IMCO.
El éxito de estas ciudades no es producto del azar. Todas éstas han tenido gobiernos y ciudadanos proclives a hacer lo necesario para que su comunidad sea exitosa. Las políticas que se implementen hoy marcarán su destino en los próximos 50 años.
Pero también el IMCO precisa que hay nuevos jugadores en el modelo exitoso de competitividad urbana, como son los casos de Mérida, Durango y Tijuana, que aunque no son ciudades que no forman parte del referente de ciudad económicamente exitosa o dinámica. Sin embargo, las tasas de crecimiento acumulado que presentaron de 2014 a 2016 fueron de 16%, 12% y 8%, respectivamente.
Los nuevos jugadores se colocan en el mapa debido a que también tienen economías diversificadas y sectores productivos concentrados en sectores de alto crecimiento. Hay otro factor a favor: son ciudades ubicadas en estados con percepciones de seguridad por arriba del promedio nacional. Esta premisa es válida incluso para Tijuana.
Además de estas características compartidas, cada uno de los nuevos jugadores presenta condiciones específicas que los vuelven un polo económico relevante, indica el IMCO.
EL DATO:
Tiene una industria concentrada en sectores de innovación, que generan alto valor agregado y que reciben importantes flujos de inversión extranjera directa.