Las empresas públicas y privadas que se dedican sobre todo a la prestación de servicios se han convertido prácticamente en las verdaderas “dueñas de la calle”, dado que no cumplen al pie de la letra con las normas y reglamentos generales de construcción, prueba de ello es que constantemente rompen el asfalto o pavimento, cierran arterias, obstruyen la circulación, etcétera.
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Lo anterior fue expuesto ayer por el urbanista Alejandro Escalante Cruz, quien dijo que definitivamente se requiere mayor rigor de parte de las autoridades municipales para meter en cintura a las compañías tanto públicas como privadas que hacen obras en la vía pública sin miramiento alguno.
En efecto, indicó Escalante Cruz, en esta ciudad capital es posible llevar a cabo trabajos de construcción o reparación en la vía pública sin la supervisión correspondiente, incluso se dan casos de obras que se ejecutan sin permiso de las instancias competentes, por lo cual se da una situación totalmente irregular.
Las autoridades municipales son las que deben regular que empresas privadas o públicas no perforen el pavimento o realicen otro tipo de obras de manera arbitraria, precisó enseguida.
Dijo que hay quienes se van siempre por lo fácil cuando ven que el tramo que van a afectar, con tubería por ejemplo, es de únicamente una cuadra, y ni siquiera llenan el primordial requisito de identificarse ante quien lo solicite.
Esta situación, añadió, ha provocado que las calles de la ciudad sean obstaculizadas y dañadas, pues en muchas ocasiones las empresas constructoras dejan en mal estado el asfalto o pavimento. Son bastantes los casos que hay en Aguascalientes y que se han tenido a lo largo de los últimos años.
Constantemente se inicia la abertura de zanjas sin señalización alguna, las cuales quedan abiertas por espacio de varios días o semanas. Y si la empresa cumple cabalmente con su compromiso y repara la zanja al concluir el trabajo indicado, pasan días y hasta semanas para que alguien se digne a retirar los escombros.
La ciudadanía en general y en particular los vecinos cercanos al lugar de la obra son los que más padecen por las zanjas abiertas, además de que hay deficiencias en sus rellenos que ocasionan que el pavimento o el asfalto se hundan a lo largo de la línea. Esto ocasiona la presencia de más baches y hoyancos, que luego deben ser reparados por las mismas autoridades.
El sentir de la población, agregó Escalante Cruz, es que el Gobierno del estado, el Ayuntamiento de la Capital, Teléfonos de México o Veolia hacen obras y las dejan abiertas, cuando en realidad se trata de empresas privadas asignadas mediante licitación o contrato las que ocasionan los desperfectos.
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Explicó que vía pública es todo espacio de uso común que se encuentra destinada al libre tránsito. Puso en claro que se requiere autorización oficial para realizar obras, modificaciones o reparaciones en la vía pública. También para romper el pavimento en banquetas y guarniciones, construir instalaciones subterráneas o aéreas en la vía pública. El permiso se expedirá señalando los medios de protección y horarios en que deban efectuarse. Y los solicitantes deberán efectuar las reparaciones correspondientes para restaurar o mejorar el estado original de la vía pública.
Finalmente apuntó que no debe autorizarse el uso de la vía pública para obras que ocasionan molestias a los vecinos, tales como la generación de polvos, humos, malos olores, gases, ruidos y luces intensas.
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