El próximo 30 de agosto comenzará, en el estado de Aguascalientes, el ciclo escolar 2021-2022 para la educación en nivel básico.
Sin duda alguna, este nuevo año lectivo significa un gran reto para toda la comunidad escolar, en el que docentes, alumnos y padres de familia, se enfrentarán no sólo a los nuevos conocimientos que trae consigo el siguiente grado escolar, sino también al rezago cognitivo que invariablemente representó para la gran mayoría, las clases en línea durante el ciclo 2020-2021.
En el propósito de alcanzar el mejor de los resultados posibles, es imperante considerar que los distintos factores que influyen en el proceso de aprendizaje de los niños, como si contó o no con el apoyo de algún adulto durante la realización de las tareas en el hogar, si el ambiente fue adecuado, si las instrucciones que recibieron fueron adecuadas, así como su estado anímico, motivacional y emocional. Todos y cada uno de estos elementos, determinarán si el aprendizaje fue o no, realmente significativo, asegura Paola Quezada Richart, asesora psicopedagógica y maestra en Educación Familia y Diagnóstico y Rehabilitación Neuropsicológica.
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Agregó que los niveles de estrés y presión pudieron haber incrementado, no sólo por la carga de trabajo que para este sector de la población representó hacer tareas desde casa, sino también por el cambio radical en la dinámica familiar.
Por otro lado, refirió que otro porcentaje de la población escolar que merece especial atención, es la que integran los niños que durante el pasado ciclo escolar no registraron alguna actividad académica, y aún así, deberán ser promovidos al siguiente nivel, por instrucciones de las autoridades educativas; pues son ellos quienes deberán enfrentarse a un reto todavía más grande, al iniciar un nuevo proceso de aprendizaje, cuando el anterior fue interrumpido. Estos alumnos registrarán un rezago pedagógico significativo que podría derivar en falta de interés por las actividades escolares, desmotivación y niveles de ansiedad elevados, y en algunos casos, alterar su auto concepto y estima.
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Para superar este desfase, Quezada Richart recomienda que los padres de familia, en lo posible, brinden la atención necesaria para reforzar, a través de actividades vespertinas, los procesos cognitivos que en el curso se presenten. Y es que, pese a las adversidades que esta crisis significo para toda la población, los niños han sido una verdadera muestra de resiliencia, y al establecer entre docentes y padres de familia, los lineamientos adecuados de atención a las esferas pedagógicas, pero también emocionales de los alumnos, será posible hacer frente y superar el rezago de los procesos académicos. En efecto, el trabajo es arduo, pero bien vale la pena por los pequeños estudiantes, para favorecer su desarrollo escolar, pero principalmente humano, finalizó.
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