Para el sector privado en general la contratación de nuevo personal es una situación difícil, principalmente cuando de recién egresados se trata, debido a que en el 30% de las vacantes existentes en esta entidad los candidatos no cuentan con las habilidades requeridas, tales como trabajo en equipo y lenguaje técnico, entre otros.
Lo anterior fue puesto de relieve por el empresario Gerardo Rioja garrido, quien dijo que a todo esto se suman los altos costos de reclutamiento y capacitación, lo que en la mayoría de los casos obliga a las empresas a contratar gente pese a su falta de capacitación y que eso se traduzca en la baja productividad.
Por tanto, es urgente que las instituciones educativas no sólo impulsen la formación académica teórica-práctica, sino además incluyan temas como trabajo en equipo y habilidades técnicas y socioemocionales.
“Las empresas hablan en materia de plazas o de puestos, las escuelas hablan en materia de cursos o de carrera o de objetivos de aprendizaje, y a veces traer una persona de industria a conocer un plan de estudios no es tan fácil, necesitamos encontrar un puente que haga sentido a ambos lados de la ecuación”, explicó.
En ese sentido, Rioja Garrido añadió que para que exista una armonía de las habilidades técnicas y herramientas en los egresados, debe existir una flexibilidad en las instituciones académicas en el cambio de su estructura de enseñanza que permita que el egresado cuente con lo necesario para ser el candidato ideal para una empresa.
Ejemplificó que en el caso de estudiantes del Colegio Nacional de Educación Profesional Técnica (CONALEP), un 10% de la tira de materias puede ser modificada si es pertinente, lo que permite la implementación de trayectos técnicos, es decir, una especialidad.
A nivel mundial, la tasa de desempleo de los jóvenes prácticamente triplica la de los adultos. Esto plantea una amenaza a la paz, la estabilidad y la prosperidad.
El mundo se enfrenta a un empeoramiento de la crisis del empleo de los jóvenes. La Organización Internacional del Trabajo (OIT) advirtió sobre el riesgo del legado de esta crisis de una ‘generación perdida’ de jóvenes trabajadores que tienen que lidiar con un peligroso conjunto de factores negativos: elevado desempleo, mayor inactividad y trabajo precario en los países desarrollados, sin olvidar la persistente y notable escasez de empleos en los países en desarrollo. Las mujeres jóvenes tienen mayores dificultades para encontrar un trabajo.
LA CIFRA:
Al menos en el 30% de las vacantes existentes en esta entidad los candidatos no cuentan con las habilidades requeridas.