El aguascalentense fallecido en el centro comercial Wal-Mart Cielo Vista, de la ciudad de El Paso, Texas, emigró desde muy temprana edad a Ciudad Juárez, junto con sus hermanos y algunos familiares, en busca de mejores condiciones de vida.
Adolfo Cerros Hernández y su esposa Sara Esther Regalado murieron el sábado anterior al ser abatidos por las balas del texano Patrick Crusius, de 21 años, quien abrió fuego contra la multitud que acudía al sitio a realizar diferentes compras, ante la cercanía del reinicio del ciclo escolar en la Unión Americana.
Hasta ayer la cifra fatal por ese hecho ascendía a 20 personas fallecidas, de las cuales ocho son mexicanos. Otras 26 resultaron heridas.
De acuerdo a información proporcionada por un sobrino de Adolfo Cerros, de nombre Alberto, la familia dependió durante muchos años de la operación de una famosa cantina de su propiedad denominada El Registro Bar, situada en la calle Vázquez del Mercado, en la zona centro de la ciudad, que al ser vendida propició que la familia decidiera radicar en Ciudad Juárez.
Los hermanos Adolfo, Sonia y Javier determinaron probar fortuna en la ciudad fronteriza. Otro de ellos, Rafael estableció su residencia en Zacatecas.
El aguascalentense abatido era propietario en Juárez de una empresa de reparto de embutidos y se presume que se encontraba junto con su esposa en el centro comercial a efecto de adquirir insumos para su negocio.
Apenas el pasado 25 de junio el señor Adolfo Cerros y su esposa Sara Regalado, originaria de Ciudad Juárez, estuvieron en Aguascalientes para asistir a una boda y pasar algunos días de vacaciones.
A través de sus redes sociales, una de las hijas de la víctima, Sandra Ivonne, reconoce que fueron notificadas por las autoridades norteamericanas del fallecimiento de sus padres y no se ha dado fecha para la entrega de los cuerpos. En un post agradece las oraciones y pide tiempo para asimilar lo sucedido y expresa su deseo de no contestar llamadas ni mensajes.
Gobierno del estado de Aguascalientes estableció ya contacto con sus familiares en esta ciudad, quienes dijeron no haber decidido aún si los servicios funerarios se llevarán a cabo en aquella ciudad fronteriza o sus restos serán trasladados a su tierra natal.
25 de junio pasado fue la última vez que el señor Cerros visitó su terruño
