“Plan B” para el campo podría naufragar si no se establecen las lluvias, pues ya hay semilla para cultivar avena en la mitad de las cerca de 70 mil hectáreas de tierras de temporal donde los campesinos no pudieron sembrar maíz y frijol, pero sin las precipitaciones adecuadas, no sería pertinente repartir las semillas, sostuvo Manuel Alejandro González Martínez, titular de la Secretaría de Desarrollo Rural y Agroempresarial.
Reconoció que la falta de lluvias ha lacerado al sector agrícola, pues los cálculos más alentadores estiman que solo en una tercera parte de las parcelas se lograron sembrar maíz y frijol, situación que a futuro podría repercutir en el sector pecuario, ya que podría haber escasez de alimento para el ganado.
González Martínez dijo que además de establecer sembradíos de avena, también buscará compensar la falta de forrajes apoyando a los productores de las tierras de riego para que incrementan sus niveles de productividad de maíz y que haya más alimento para el ganado, pues con los procesos adecuados su productividad se podría incrementar entre un 40% y 50%.
Comentó que es importante no descartar ninguna estrategia de antemano, porque conformarse con un mal año en materia de cosechas podría provocar graves afectaciones en las actividades pecuarias, pues a la falta de agua en los bordos y de pasturas, podría sumársele la escasez de forrajes.
Para concluir, el Titular de la de la Secretaría de Desarrollo Rural y Agroempresarial subrayó que la cantidad de lluvia acumulada que se ha alcanzado este año es apenas del 32% con relación al promedio histórico, cuando está por concluir la temporada de precipitaciones; recordó que para estas fechas, el año pasado ya se había superado 80%. Lo anterior ha traído problemas en las labores de siembra en 95 mil hectáreas.
UN TERCIO
Estiman que se sembraron 33% de las tierras de temporal.