Aguascalientes cerró 2019 con un alza preocupante de 25% en el número de habitantes de la entidad que tomaron la fatal y equivocada determinación de huir por la puerta falsa y lograron su cometido.
Al concluir el año anterior, se tiene el registro en primera instancia de 181 suicidios, si bien tanto el ISSEA como la Fiscalía general del estado aseguran que algunos de ellos se encuentran bajo investigación, sin proporcionar ninguna clase de dato concreto ni los resultados de dichas indagatorias.
Tan solo durante el año inmediato anterior, 2018, la cifra de auto privaciones de la vida fue de 145, registro que sitúa a 2019 con un sensible aumento en este número de casos.
Registros oficiales arrojan que, en 2017, fueron 151 los aguascalentenses que optaron por el suicidio, cifra que refleja 20% entre la cifra registrada ese año, contra la alcanzada el que recién concluyó hace unas horas.
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Respecto a 2016, cuando se suicidaron 127 personas, el porcentaje se incrementa a 42.52%.
En todos los períodos, la proporción de hombres que se quitan la vida es un promedio de tres a uno.
Quienes toman este camino de autodestrucción eligen como mecanismo para ello, principalmente el ahorcamiento, ya sea con sogas o cualquier instrumento constrictor.
El disparo con armas de fuego y la intoxicación con medicamento controlado también se usan para este objetivo, si bien en mucha menor proporción; le siguen el arrojarse al paso de trenes cargueros o a vehículos en movimiento en avenidas consideradas como de alta velocidad, la intoxicación con raticida y, existe un reporte oficial en 2018, de un hombre que utilizó la decapitación como método para dejar este mundo.
El día de mayor incidencia de esta problemática fue el 14 de mayo de 2019, cuando en menos de 24 horas, cinco habitantes de Aguascalientes se quitaron la vida.
