Hasta mil empleos podrían perderse en la industria automotriz a nivel local, pues por cada puesto de trabajo que deje de ser necesario en Nissan tendrá un efecto multiplicador en el esquema de proveeduría.
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Gil Gordillo Mendoza, integrante del Colegio de Economistas, comentó que los 200 trabajadores que serán dados de baja esta semana de la armadora japonesa podrían parecer una cifra menor, considerando que el sector genera más de 42,000 empleos en el estado, sin embargo, se prevé que por cada uno de los trabajadores separados por Nissan, los proveedores en su conjunto despedirán a cuatro obreros.
Agregó que el impacto económico no se limita a los trabajadores, pues afecta directamente a sus familias, por lo cual, las autoridades locales deben establecer estrategias con el Servicio Nacional de Empleo para insertar a estas personas la brevedad dentro del mercado laboral.
Gil Gordillo dijo que Nissan también debe fortalecer otros mercados ante la caída en las exportaciones de vehículos; añadió que ahora las ventas domésticas tienen mayor relevancia, y para potenciarlas, son necesarias estrategias como bajar las tasas de interés en los créditos automotrices, así como promover contratos de arrendamiento.
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