Con la esperanza de ver un repunte importante en sus ventas, luego de un año en que han mermado sus ganancias durante los pasados once meses, más de un millar de tianguistas y comerciantes ambulantes y semifijos operan ya, de manera permanente en las inmediaciones del templo de La Purísima.
El tradicional tianguis, que hace más de cinco décadas nació con la venta masiva de terlenka y telas de moda en aquella época, para ser, durante los años 70s y 80s el principal centro distribuidor de “fayuca”, principalmente televisiones, aparatos electrónicos, juguetes y toda clase de utensilios para el hogar, traídos de contrabando a nuestro país, hoy ha enfocado sus esfuerzos a la venta de ropa, chamarras y comida.
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Durante este año, los comerciantes de esta zona, que generalmente operan solo los domingos y martes, permanecerán las 24 horas del día, a partir de este sábado 7 y hasta el 26 de diciembre.
Carlos Ángel Estrada, líder de los tianguistas de La Purísima, reconoce que, a últimas fechas han visto mermada la asistencia de clientes a este sitio, principalmente debido a la apertura cada vez mayor de centros comerciales en todos los puntos de la ciudad, sin embargo, en diciembre las ventas se elevan.
Se espera que, de lunes a jueves, unas cinco mil personas diarias se den cita en ese tianguis, en tanto que viernes, sábado y domingo, la asistencia se elevaría hasta 20 mil clientes cada día.
La Purísima está caída en ventas durante casi todo el año, pero a la gente como que le entra del espíritu navideño y, al menos en diciembre nos vuelven a visitar. A lo mejor no es la misma afluencia, porque competimos con los centros comerciales, pero la tradición de venir con nosotros permanece.Carlos Ángel Estrada, Líder de los tianguistas de La Purísima
Desde la mañana y tarde del pasado viernes, se comenzó con la instalación de puestos para este fin en las calles Ezequiel A. Chávez, Poder Legislativo, J. Refugio Velazco y Nueva de la Paz.
Ahora que la “fayuca” pasó de moda en este tianguis, gracias a la entrada en vigor, durante la década de los 90, del Tratado de Libre Comercio, en este sitio se ofrece ropa, juguetes, zapatos, bisutería, chamarras, tenis e incluso antojitos en muchas de sus modalidades.
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Calles de la zona componen esta tradicional vendimia
