Al menos 60 por ciento de las empresas excluyen o dejan fuera del mercado laboral a las personas mayores de 35 años, situación que ha aumentado de manera preocupante durante los últimos años, señaló el consultor Fausto García Castañeda.
Sostuvo que únicamente el 10 por ciento de las opciones de trabajo consideran a mayores de 35 años, pero de ellos únicamente el 5 por ciento son empleos reales y formales, sea como guardias de seguridad o personal de mantenimiento o de limpieza, y el resto se trata de empleos engañosos, como comprar productos para revenderlos.
Muchas de las personas que se encuentran desocupadas es precisamente porque rebasan los 35 ó los 40 años de edad, por lo que se enfrentan a muchos escollos para conseguir empleo. Es decir, el problema obedece sobre todo a una política de discriminación.
Numerosas son las empresas que no contratan a personas por su edad, es decir, “dejan fuera gente calificada”, solamente porque rebasó los 35 ó los 40 años de edad, cuando desde el punto de vista médico una persona de entre 35 y 55 años goza de una salud óptima para desempeñar con excelencia su labor.
La desocupación obedece primordialmente a la edad, subrayó García Castañeda.
Luego comentó que pese a que una persona mayor de 40 o 50 años cuenta por lo regular con una experiencia “bastante sólida”, la tendencia de las empresas es contratar gente joven, incluso en puestos altos aunque sólo cuenten con cinco o seis años de experiencia.
Tal situación
va haciendo a un lado a la gente que va llegando a los 40 ó 45 años, aún sin ser adultos mayores, pues se enfrentan con la problemática de que no se pueden ubicar, debido en parte gran parte a un prejuicio social de los empleadores.Fausto García Castañeda
Sin duda, la mejor manera de hacerle frente a estas vicisitudes es la construcción de una estrategia que, en opinión de la especialista, tiene que ver con la constante capacitación, enfatizó el consultor laboral.
Tener 40 y estar sin trabajo es una realidad que enfrentamos con mayor frecuencia. Por un lado, la expectativa de vida crece y paradójicamente, a medida que aumenta la esperanza de una existencia más larga, a los mayores de 40 se los desvincula suponiendo que alguien de esa edad ya es grande para ser entrenado o que su permanencia dentro de la empresa no será tan prolongada como para que se justifique invertir en su formación.
La realidad es que los mayores de 40 están en pleno uso de sus facultades físicas y mentales y los años de experiencia laboral acumulada los dota de un bagaje de conocimientos que deberían ser tenidos en cuenta a la hora de tomar decisiones, afirmó.
Por tanto, subrayó, quienes intenten reinsertarse deberán capacitarse técnicamente, en especial en las herramientas de computación y por lo menos adquirir un razonable manejo del inglés.
Afortunadamente ya hay algunas empresas –tanto nacionales como extranjeras- que están desarrollando pruebas piloto para capacitar a las personas adultas en temas relacionados con la atención al cliente, ventas, seguridad y contabilidad, donde se requiere aptitud de diálogo y capacidad de resolución de situaciones conflictivas.
En otros casos, muchos profesionales incursionan en la consultoría de los temas de su especialidad. Este es un camino que no exige mayor inversión y les permite mantenerse activos realizando una tarea que realmente conocen.
EL DATO:
La desocupación obedece primordialmente a la edad