Ir a un restaurante después de la irrupción de la pandemia de Covid-19 es una experiencia distinta, las mesas lucen impecablemente limpias y sin ningún elemento, los meseros usan cubrebocas y la música en vivo parece ser, por ahora, cosa del pasado; los establecimientos le apuestan a la higiene para atraer clientes.
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Los comensales deben ingresar con tapabocas –que pueden quitarse una vez sentados en la mesa–; para acceder deben pasar por un arco sanitario donde el primer punto de higiene es un tapete sanitizante con sales cuaternarias –también pueden utilizarse soluciones con cloro o desinfectante–; posteriormente una hostess o un mesero toman la temperatura, si el termómetro arroja más de 37.5 grados centígrados el cliente no pueden pasar.
Posteriormente, la persona tienen que ponerse gel antibacterial en las manos, pero los establecimientos también han colocado botellas individuales con este desinfectante en cada mesa para que las comensales estén limpiándose de manera constante; el número máximo permitido es de seis personas por mesa.
El personal sanitiza la mesas, incluso cuando no sean ocupadas realizan esta labor al menos tres veces por día, esto, con una solución recomendada por las autoridades sanitarias, misma que tiene alta eficiencia para matar los virus, pero que es amistosa con los seres humanos.
Ahora, las mesas lucen limpias, cuando un cliente llega no hay cubiertos, manteles, salsas ni servilletas, hasta que son ocupadas por los comensales, se colocan estos elementos que están resguardados en un área de almacenamiento, los cubiertos están envueltos en una servilleta, labor que realiza el personal utilizando guantes.
El primer comensal que llega puede escoger la mesa de su preferencia, al siguiente se le coloca en un punto alejado, conforme van llegando más clientes, se van a acomodando en distintos puntos, siempre conservando una distancia mínima de 1.5 metros entre las mesas ocupadas.
Para evitar que haya contacto de los comensales con la carta, los meseros leen en menú, aunque un alto porcentaje de las personas que acuden en la actualidad son clientes habituales, según comentó Miguel Pérez, propietario de Las Gaoneras; agregó que con el apoyo de la Canirac, están creando una aplicación para que por medio de un código QR, el cliente pueda tener acceso a la disponibilidad de bebidas y platillos desde su teléfono celular
El mesero tienen menos visitas a la mesa, tiene instrucciones de no hablar cerca de los comensales, pues a pesar de que traen cubrebocas, procuran cumplir este lineamiento por cuestiones de higiene; el personal del restaurante recibió capacitación con relación a los nuevos protocolos.
Miguel Pérez comentó desde la reapertura han tenido a una clientela cooperativa con las nuevas disposiciones, aunque a pesar de los esfuerzos realizados, los ingresos del negocio corresponden a apenas 30% de lo que obtenían antes de la irrupción del Covid-19.
TECNOLOGÍA
Algunos restaurantes preparan aplicaciones para que comensales accedan al menú desde su celular
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