Ante la situación de emergencia actual y debido a que es importante la cooperación entre el sector industrial y el gobierno para evitar mayor pérdida de empleos y de seguridad social de los trabajadores, la Concamin hizo públicos los resultados de una encuesta que dan cuenta de la mala situación de la planta productiva en general.
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La empresa consultora Aregional revela que el 72.2% de las empresas integrantes de esa Confederación son micro y pequeñas, es decir, tienen de 1 a 50 trabajadores. Asimismo, el 92.3% de las empresas tienen como enfoque principal el mercado nacional y 7.7% se orienta principalmente a los mercados de exportación.
La encuesta digital precisa que el 18.8% de las empresas que tuvieron este impacto negativo en sus ingresos reportó pérdida de hasta una cuarta parte de sus ingresos; el 23.9% reportó pérdidas de entre el 26% y la mitad de sus ingresos; el 25.8% reportó pérdida de 51 a tres cuartas partes de su ingreso; y el 31.5% restantes reportó pérdida en un rango entre el 76% y el total de sus ingresos.
Entre las afectaciones identificadas por las empresas, figuran: reducción de la demanda de los bienes y productos que oferta; problemas de liquidez; paro de operaciones; cancelaciones de órdenes de compra; riesgos de insolvencia; recortes de producción; baja de inversiones, entre otras.
Debe señalarse que el informe señala que la industria tiene la capacidad de reconvertirse. Sin embargo, ante el paro de labores no esenciales, industrias como la textil, no ha podido participar, como se ha hecho en otros países, en la producción de equipo de protección para el personal médico y se ha optado por importar este equipo. Asimismo, la industria farmacéutica reporta que al romperse la cadena de suministro de materias primas, se ha dejado de lado la producción de otros medicamentos necesarios para atender otros padecimientos.
Igualmente, el paro de labores de estas industrias ha significado problemas de ventas, cobranza y liquidez, mientras que los plazos y lineamientos para el pago de impuestos, seguridad social y prestaciones se han mantenido igual ante la necesidad de recursos para hacer frente a la crisis en salud.
Por tanto, todo esto ha tenido consecuencias en términos de separación de trabajadores de la formalidad y de los esquemas de protección en seguridad social del IMSS.
EL DATO:
El paro de labores de estas industrias ha significado problemas de ventas, cobranza y liquidez, mientras que los plazos y lineamientos para el pago de impuestos, seguridad social y prestaciones se han mantenido igual
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