Así como Frida, la historia de Hueso ha enternecido los corazones de todos los mexicanos pues pasó del abandono a ser uno de los héroes de cuatro patas en las labores de rescate tras el sismo del 19 de este mes.
El perro criollo es uno de los canes abandonados por los peregrinos en la Basílica de Guadalupe pero eso no le impidió seguir. Hueso llegó a la Cruz Roja donde lo acogieron y entrenaron para ser un perro rescatista.
“Lo adoptamos en diciembre de 2010 en la Basílica de Guadalupe; llegó perdido al puesto y gracias al programa aprendió el oficio de rescatista”, dijo su manejador y voluntario, Javier Sotomayor Hernández.
El perro forma parte del Voluntariado Canino en Emergencias, también es miembro del Programa de Manejadores de Perros de Búsqueda y rescate de la UNAM y del grupo de rescate acuático de la Cruz Roja Mexicana.
Se ha preparado, es alegre, juguetón, distraído, “como fue callejero, de repente lo envuelve la inquietud”, destacó.
Entre las “hazañas” de Hueso está su actuación en la explosión de Pemex, la búsqueda en zonas de montaña y además el cariño que brinda en un asilo de ancianos.
“Hemos estado los últimos días en el colegio “Enrique Rébsamen”; en Viaducto; en las calles de Escocia, Gabriel Mancera, Saratoga, Petén, Bolívar y Chimalpopoca, Medellín y San Luis, Ámsterdam; y en la colonia Lindavista”, informó.
Con información de Notimex