Quien haya incurrido en excesos al ingerir alcohol, durante las recientes fiestas, o antes de ellas, sabe de primera mano que el placer de beber debe pagarse con una serie de síntomas desagradables, conocidos como resaca, y bautizados por el ingenio mexicano como “cruda”.
Si bien popularmente se cree que el ingerir alimentos ricos en picante o incluso más alcohol aliviarán esta situación, la verdad es que sólo el paso del tiempo, la ingesta de líquidos ricos en electrolitos y mucho reposo permitirán al organismo volver a la normalidad.
Investigaciones de la Biblioteca Nacional de Medicina de los Estados Unidos de Norteamérica, clasifican esta condición como una serie de síntomas desagradables que cualquier persona, hombre o mujer, experimentan después de tomar mucho alcohol.
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La sensación puede incluir, dolor de cabeza y mareos, nausea, fatiga, sensibilidad a la luz y el sonido, rápidos latidos cardíacos, así como depresión, ansiedad e irritabilidad.
Si bien el único método seguro para evitar la resaca es no ingerir bebidas alcohólicas, se sabe que la sintomatología puede ser menos agresiva si se bebe lentamente y con el estómago lleno; si las mujeres no consumen más de un trago por día y los hombres dos y se toma un vaso de agua entre los tragos que contengan alcohol.
Para aquellos que se sobrepasaron en la ingesta de este tipo de bebida la Biblioteca Nacional de Medicina de la Unión Americana recomienda en primer lugar, tener mucha paciencia, pues éstas desaparecerán solo luego de 24 horas, durante las cuales se deberá descansar lo suficiente, pues inclusive quien dice sentirse bien luego del consumo abundante de alcohol, se tendrá una disminución en la capacidad para desempeñarse en forma óptima, debido a los efectos duraderos del mismo.
Las bebidas con electrolitos y consomés ayudan en el proceso, pues permiten reponer las sales y el potasio perdidos durante la borrachera.
