Pese a estar a finales de otoño y en vísperas de que inicie el invierno, la escasez de agua potable por distintos rumbos de la capital es un problema que se presenta a diario, pese a las quejas de los usuarios afectados y la pasividad de la empresa concesionaria Veolia que no cumple con su obligación de brindar un servicio adecuado y suficiente a la ciudadanía.
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Promesas van y vienen, a lo largo del año, pero la realidad es que muchas colonias, barrios y fraccionamientos no disponen de abasto regular, o bien, les brindan el suministro por unas cuantas horas.
Mientras tanto, el organismo rector, la Comisión Ciudadana de Agua Potable y Alcantarillado del Municipio de Aguascalientes (CCAPAMA) poco o nada hace por remediar la situación que padecen decenas de miles de familias en la ciudad, lo que demuestra que el Ayuntamiento asume una actitud pasiva ante esta problemática que se arrastra desde hace mucho tiempo.
Resulta inconcebible que todavía en esta época del año persista la falta de agua en diversas zonas, porque ya pasaron los meses de mayor consumo como son los de primavera-verano.
Por otra parte, después de que se diera a conocer el estudio de Ethos Laboratorio Políticas Públicas sobre el grado de corrupción que afecta al sector hídrico de México, el diputado federal aguascalentense Antonio Ortega Martínez hace un llamado a todos los funcionarios públicos para priorizar el desarrollo de políticas y leyes que garanticen el derecho humano a un medio ambiente sano, a la salud, el acceso al agua potable y saneamiento, y al mismo tiempo evitar la sobreexplotación y contaminación del agua.
Es momento de que todos los legisladores y demás funcionarios públicos prioricemos en la agenda política de México el combate y control de la corrupción en el sector hídrico del país para así poder desarrollar y aprobar leyes que garanticen a todos los mexicanos el acceso al agua.
Antonio Ortega Martínez, Diputado federal aguascalentense
En el caso del derecho al agua menciona que el suministro debe ser accesible, continuo, aceptable, libre de cualquier amenaza a la salud humana y suficiente para toda persona -sin importar su nivel de ingreso- para uso personal y doméstico, lo cual no ocurre en Aguascalientes.
Asegura que no se debe seguir haciendo negocio con el agua, pues es elemental para que cualquier persona se desarrolle de forma plena y, por ende, el gobierno está obligado a suministrar y dejar de otorgar concesiones a empresas refresqueras y cerveceras.
Puntualiza que éstas se han visto beneficiadas a costa de la calidad de vida de los mexicanos y que, en lugar de ello, el gobierno debe promover una justa contribución por la explotación de este recurso y la responsabilidad ambiental correspondiente.
EL DATO...
El gobierno debe dejar de otorgar concesiones y empezar a vender el agua a las industrias refresqueras y cerveceras para evitar que éstos se beneficien a costa del bolsillo de los ciudadanos.
