Rapidísimos, centelleantes, volando por las calles, así fueron los toros gaditanos de Fuente Ymbro que protagonizaron el encierro más veloz de los Sanfermines, con una duración de dos minutos y 15 segundos.
La manada se hermanó hasta el final de la calle Estafeta. Se apreciaron buenas carreras con muchos huecos, con menor afluencia de corredores y algunas caídas en un casi limpio parte de heridos, es decir, tan sólo tres traslados al hospital por contusiones en algún brazo. Los astados, sin resbalar, siempre galopando hacia adelante, sin miradas ni extraños a los corredores.