La historia de los grandes atletas queda marcada en la memoria de muchos por sus triunfos obtenidos, un ejemplo de ello es lo sucedido con Soraya Jiménez Mendivil, quien un 28 de marzo de 2013 dejó de existir a causa de un infarto.
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La pesista azteca falleció a los 35 años de edad en la Ciudad de México y lo que más conmocionó al mundo deportivo fue el hecho de que tal vez jamás se pudo conocer el máximo potencial de una deportista que dejó a México en lo más alto del podio.
La capitalina dejó una huella imborrable en los corazones mexicanos y es que desde los Juegos Olímpicos de Sídney 2000, demostró que sería una de las grandes referentes del deporte de nuestro país, luego de alzarse con la medalla de oro en la categoría de los 50 kilogramos con una marca de 225.5. Asimismo, se convirtió en la primera mujer en obtener un metal dorado en halterofilia para México, un suceso espectacular que la hizo inolvidable
Si bien su muerte fue sorpresiva, también es bien sabido que múltiples problemas de salud, económicos, depresiones y una lucha constante con las autoridades del deporte a nivel estatal y nacional.
Cabe mencionar que Jiménez Mendivil fue operada 14 veces de la pierna izquierda, perdió un pulmón a causa de la influenza tipo B que contrajo en los Juegos Panamericanos de Rio de Janeiro 2007, además de que cayó en coma en 2009 por la influenza H1N1 y sufrió cinco paros cardiorrespiratorios.
