Los Rayos del Necaxa regresaron a la senda del triunfo al superar tres goles contra uno al Atlético de San Luis, en un juego que ofreció constantes emociones por ambas escuadras.
La ausencia de Eduardo Fentanes en el banquillo del Necaxa, por la expulsión sufrida en el juego pasado, no afectó el actuar de los Rayos, quienes demostraron un juego vertical, de sacrificio y de eficiencia en el marco rival.
Al minuto 28 tras una jugada que inició con un centro obra de Garnica cuyo esférico fue rematado a la altura del manchón penal por Diego Gómez, ponía el balón en el fondo de las redes para abrir de esa manera el marcador a favor de los locales.
No obstante antes de que concluyera la primera mitad, al minuto 43+3, una jugada bien construida desde la zona de atrás con centro cruzado en el área de Ezequiel Unsain, Aldo Cruz, empataba el encuentro.
Sin embargo, el gusto para los visitantes duró poco pues tan solo dos minutos después, tras un buen centro en el área, Brian Samudio se logró quitar su marca levantándose en todo lo alto para impactar el esférico con un fuerte testarazo. Así con la ventaja de 02 goles contra 01 terminaban los primeros 45 minutos.
Ya en la parte complementaria el conjunto del Atlético de San Luis tuvo algunas oportunidades para igualar el partido, sin embargo, males definiciones les impedían empatar el encuentro.
Incluso José Paradela estuvo a punto de ampliar la ventaja cuando con pase de Diber Cambindo recibió el balón rematando solo frente al marco, sin embargo, el esférico salió desviado a tiro de esquina tras una atajada fortuita del guardameta
Andrés Sánchez quien incluso ya estaba vencido. También Alexis Peña, estuvo a punto de anotar un verdadero golazo, cuando desde su cuarto de terreno de juego sacó un disparo el cual tuvo que exigir al portero para sacar el balón cuando ya se gritaba una nueva anotación para los de Aguascalientes.
Fue al minuto 90+3, cuando un balón filtrado a media cancha, Edgar Méndez por velocidad se quita la marca, encarando al portero en los límites del área, todavía antes de rematar con sangre fría realiza otro quiebre, ahora del defensor, para finalmente empujar el balón y conseguir lo que sería el marcador final.
Por cierto, la afición de los Rayos respondió en todo momento, coreando cánticos, porras y demostrando que se encuentran felices por el momento en el que atraviesan
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