Me van a hacer falta palabras para describir lo que vimos este domingo 22 de abril de 2018, en el coso Monumental de Aguascalientes, dentro de la cuarta corrida de la CXC Feria Nacional de San Marcos, pues la suerte nos deparó presenciar el talento, el arrojo y la mentalización de tres diestros que pasan por un significativo momento en sus respectivas trayectorias profesionales taurinas.
Más allá del corte de apéndices que, dicho sea de paso, los que “tocaron pelo” fueron el local Fabián Barba y el tlaxcalteca Sergio Flores, lo expuesto por ellos en el ruedo fue de verdad de una lección de lo que debe hacer un torero para ser eso, un auténtico lidiador de reses bravas.
Pero lo hecho en su debut en Aguascalientes, con 21 años de alternativa y una indiscutible experiencia, el espada balear Antonio Ferrera, fue de una incomparable figura del toreo, con otro concepto del mismo, pero con la misma esencia de una personal tauromaquia, la cerebral, la oficiosa, la técnica y, sobre todo, la magistral, la de poner en evidencia la difícil facilidad del toreo, esa que se puede ver y apreciar sin contratiempos pero que solamente el que está delante de la cara del toro sabe lo que es ese inigualable miedo y que cuando se sabe controlar es cuando surge el valor y como consecuencia el sentir de un alma que contagia, hechiza y enamora a un “monstruo de mil cabezas” unificando criterios.
Así pues, ante más de media entrada en tarde de agradable clima, se lidiaron seis bien presentados ejemplares, dos Begoña y, cuatro, de su dehesa hermana de Santa Teresa, destacando los begoñeses, tercero y cuarto, que merecieron el arrastre lento. Los demás presentaron dificultades.
Antonio Ferrera en sus dos astados cuajó brillantes faenas, sobresaliendo en su primero su quehacer con el capote y su parsimoniosa labor muleteril fue de estudio y análisis para entender al toro hasta llegar a consentir para luego templar. Falló al matar y fue aplaudió. En su segundo vino el éxtasis pues cuando se pensaba que no pudiera pasar nada, calló la música y empezó su oficio para ir construyendo sin aspavientos una faena pletórica de emoción y buen toreo, destacando la mayor parte de la misma que fue al natural pues por ambos pitones lo hizo sin el ayudado, dejándolo clavado en la arena. Volvió a marrar con la espada y en medio de gritos de ¡torero! el público enardecido lo obligó a dar la vuelta al ruedo y sacó al tercio el ganadero Juan Pablo Bailleres.
Por su parte, Fabián Barba es un torero de indiscutible calidad, que siempre deja el alma en el ruedo. A su primero le cortó una oreja y en su segundo, con tal de dar el extra, estuvo cerca de un gravísimo percance. Saco la casta, se quedó en el ruedo y acabó con el toro para ser aclamado en el tercio por su heroicidad. Se fue a la enfermería y después enviado al hospital donde se le hizo una tomografía para comprobar que tiene tres costillas del lado derecho, la octava, novena y décima, no desplazadas, sin lesionar pulmón, hígado y riñón. Estará internado tres días.
Y Sergio Flores, quien está anunciado en la inminente Feria de San Isidro de Madrid, evidenció su completa mentalización de cara a tan importante compromiso y lo demostró realizando dos bravas y a la vez suaves faenas, cortando una oreja en la primera y ser aplaudido en la segunda. ¡Vaya pedazos de torero lo que vimos este domingo en la famosa verbena abrileña!
FICHA TÉCNICA
LUGAR: Aguascalientes, Aguascalientes.
EVENTO: Cuarta corrida de la CXC Feria Nacional de San Marcos.
COSO: Monumental. Entrada: Más de media con agradable clima.
TOROS: Dos de Begoña, buenos y con arrastre lento. Y cuatro de Santa Teresa, complicados.
CARTEL: El balear Antonio Ferrera: Palmas y vuelta al ruedo. Fabián Barba: Una oreja, al tercio y fractura de tres costillas. Sergio Flores: Una oreja y palmas.
