La entrega enrazada de Marín cortó una oreja del primero del festejo, Luis David a punto estuvo de hacerlo con el buen segundo y la espada se lo impidió al toreo de Aguado en el sexto.Pablo Aguado, la gran sorpresa de la Feria de Abril, volvía en la tarde de este sábado a hacer el paseíllo en la plaza de toros de Las Ventas para la primera de sus comparecencias en la Feria de San Isidro.
Un encierro de Montalvo era el elegido para un cartel que completaban Luis David y Ginés Marín.Poco empuje, entrega y codicia dejó de salida el primero de Montalvo, al que Ginés Marín dejó tres verónicas y una media a pies juntos de buen trazo, pero de poco calado en el tendido.
Con un viaje corto se plantó el toro en la primera de las tandas en redondo de Marín, un animal que hacía hilo constantemente, al que había que perderle pasos y con el que había que plantarse bien firme, como hizo Ginés además con toque fuerte. Y llegó a Madrid la disposición del torero ante el fondo encastado que tuvo el toro, aguantando las coladas que le daba el animal.
Al natural fue una siguiente serie en la que mostró de nuevo peligrosidad un toro que a punto estuvo de coger a Ginés. De nuevo crujió el toreo por abajo en el final de faena el jerezano, rematando por ajustadísimas joselillinas y matando de una soberbia estocada.
Oreja tras aviso.“Enviado” era el segundo. Ganándole el paso y con las zapatillas asentadas fue el saludo capotero a la verónica del joven Luis David. Enorme fue la segunda de las verónicas de Pablo Aguado en el quite, algo que cantó con fuerza Madrid.
Por airosas zapopinas respondió Adame. De tremenda clase, empuje y humillación fue el animal, al que inició faena el aquicalidense de rodillas en el centro del anillo, destacando una serie por la izquierda ante la extraordinaria condición del de Montalvo. Mató recibiendo y dio vuelta tras aviso después de una petición que no atendió el palco.Al corral se fue por cojo el tercero de Montalvo, siendo sustituido por el primer sobrero, con el hierro de Luis Algarra. Aguado resultó herido de salida por el toro.
El animal, rebrincado en los primeros compases, echó las manos por delante en el capote de Pablo y en una de las verónicas que el joven ejecutó hizo por él por la zona de la rodilla, de la que se dolió durante la lidia el torero sevillano. Finalmente pudo continuar la lidia con el dolor. Posteriormente, en la faena de muleta, el toro hizo por él de nuevo, propinándole una tremenda paliza de la que pronto se repuso. No dio opciones el animal, al que le dejó un primer pinchazo y una estocada feísima.
“Pocapena” era el cuarto del festejo que fue protestado en los primeros tercios por su falta de fuerza y finalmente no rompió su condición a pesar de las buenas formas y la entrega de Ginés Marín por ambas manos. Mató de pinchazo y estocada media pero agarrada. Silencio tras aviso.“Rapaz” era…