Colegas cronistas deportivos llevaron la encomienda de hacer entrega de seis sillas de ruedas a la Casa Maty “Matilde Rouvroy de Villanueva”, en donde atienden un promedio de 60 ancianitos y en cerca de 40 años de actividades se dice que pasa de mil el número de personas que han recibido atención en etapa tan importante de su vida.
En Villa Juárez, municipio de Asientos, en Aguascalientes, se ubica Casa Maty, que en otros lugares se les conoce como asilos, atendido por siete hermanas de la orden de San Vicente de Paul, que son respaldadas por personal que labora en el lugar, y otras personas en calidad de voluntarias.
Todo originó en la rueda de prensa de la Super Copa de automovilismo, donde Ricardo Frausto, titular del Óvalo, en respuesta a pregunta de un reportero, ofreció la donación de las sillas de ruedas, que luego puso a consideración de cronistas deportivos para detectar a quiénes se haría la donación. J. Manuel Díaz fue el vínculo para contactar y decidir que sería en apoyo a Casa Maty, un verdadero hogar para ancianitos y ancianitas, muchos de ellos con edad cercana a los 100 años, hay una persona a un año de cumplir el siglo.
La hermana María Mares Padilla, Directora del lugar, en compañía de Cuquita, enfermera voluntaria, en presencia de los muy queridos ancianitos, encabezó la recepción de los visitantes, encabezados por un lado por Roberto Ortíz en representación de Carlos Frausto y Yovani Castillo de Euro Centro Camionero, y los cronistas que acudimos en vehículo facilitado por el Instituto del Deporte: Iván Hernández, Presidente de Cronistas Deportivos de Aguascalientes, Juan M. Díaz, Jesús Hermosillo de parte del IDEA, Patricia Mora, Nicolás Flores, Juan Manuel Hinojo y quien esto escribe.
Tras breves mensajes de autoridades del lugar y de visitantes, se hizo entrega de las sillas y a nombre de las personas que ahí radican y son atendidas de todo. De parte de los ancianitos, Don Abraham Morales agradeció la generosidad de las personas, para luego, fuera de programa, se dirigió a su habitación, y regresó portando su amiga de siempre, una guitarra, con la que entonó varias melodías, empezando con “Triste Recuerdo” y “Que Lindos Ojos”, para enseguida hacer dúo con Hinojo y trío con Juan M. “Garras” Díaz.
Para terminar mostraron su agradecimiento por la generosidad de quienes donaron las sillas de ruedas, y la gentileza de los portadores de las mismas, como medio de hacerlas llegar a su destino.