/ sábado 9 de enero de 2021

Alberto Huerta festeja XX aniversario de alternativa

El espada dinástico la tomó en el coso “El Relicario” de la ciudad de Puebla de manos de Jorge Gutiérrez y ante “El Juli”, con ganado de Javier Garfias

El matador de toros dinástico Alberto Huerta, hijo del diestro Víctor Huerta y sobrino del maestro Joselito Huerta, cumplió 20 años de doctorado este viernes 8 de enero de 2021, misma que tomó en la plaza de toros “El Relicario” de la ciudad Puebla en un cartel de lujo, teniendo como padrino a Jorge Gutiérrez y al diestro madrileño Julián López “El Juli” como testigo, siendo el toro de la ceremonia llamado “Conquián”, que lucía el hierro de Javier Garfias, según nos lo cuenta el colega y amigo Emilio Méndez, quien le realizó la siguiente entrevista.

Nacido en la Ciudad de México el 18 de agosto de 1977, Alberto Huerta Díaz de León le compartió sus impresiones acerca de sus 20 años como matador de toros, su trayectoria, los recuerdos de esa tarde y el cómo se encuentra hoy y si aún hay en él un torero para seguir peleando las palmas en las plazas de toros.

“Son 20 años en los cuales siempre que he pisado un ruedo creo que lo he hecho con toda entrega, toda la pasión, jugándome la vida y que la gente al final disfrute verme torear y, sobre todo, no dejarme ganar ‘la pelea’ nunca por nadie, ni por nada. Creo que he tenido la virtud de entender siempre a los toros, de darles una lidia adecuada y eso fue lo que me llevó a poder cuajar varias faenas para obtener triunfos en varias plazas. Ver al toro con profesionalismo y con respeto. También me ha tocado la parte de la sombra, una cornada es la que he tenido, pero una cornada que casi me atravesó de lado a lado y fue algo que también me hizo entender y valorar mucho el amor al toro, el amor a la vida, a la profesión y a todos los que participamos en ella”, comentó Huerta.

Durante estos 20 años -continuó Alberto- “tuve la fortuna de alternar con varias figuras del toreo como mi querido maestro Mariano Ramos (q.e.p.d.), Jorge Gutiérrez, Eulalio López ‘Zotoluco’, Rafael Ortega, Manolo Mejía y Julián López ‘El Juli’, así como otros más de mi camada como Jerónimo, Ignacio Garibay, Alfredo Gutiérrez, Federico Pizarro, Alfredo Ríos ‘El Conde’, Humberto Flores, Antonio Bricio y muchos más que ahora mismo no recuerdo, pero que tienen todo mi respeto y, bueno, por otra parte, la plaza de toros en donde más paseíllos he hecho es la Monumental Plaza México, con alrededor de 32 como novillero y matador de toros, algo bonito sin duda. Y a nivel internacional tuve la fortuna de haber ido a Acho (Perú), otras plazas peruanas, Ecuador, Colombia, España, Portugal y Francia, sobre todo en Europa no llegue a vestirme de luces, pero si pude ir al campo y conocer y aprender el estilo de vida del toreo como se vive allá”.

Y sigue esperando -añade Huerta- “lo de mi confirmación en Las Ventas de Madrid. Alguna vez quedó José Manuel Espinosa (q.e.p.d.), quien fue mi apoderado, en dármela, pero no llegó y la sigo esperando, aunque fui un afortunado y muy agradecido con José Manuel, sin duda una de las casas de apoderamiento más importantes y, bueno, además esto me ha dejado muchos amigos, ganaderos, que me abrieron las puertas de su casa. Hasta la fecha, el toro te da todo. Un día mi padre me dijo, cuando yo empecé a torear qué sí ya no iba a estudiar o ir a la Universidad y le dije que no, que quería ser torero, así que me dijo que esa es la mejor Universidad que puedes tener, porque es la de la vida, la del toro y así he ido y, claro. hoy en día me emociona mucho el verme anunciado, el saber que aun puedo torear algún festejo”.

Vino entonces un momento de reflexión en el diestro y nos confesó: “Desgraciadamente traigo un problema fuerte en la espalda, en la columna vertebral, por lo que requiero de una intervención quirúrgica, me tienen que poner seis clavos y una serie placas en la columna y, la verdad, es que lo he atrasado un poco por el momento que estamos viviendo con la pandemia. No quiero entrar a un hospital y no vaya a ser la de malas. Desafortunadamente se ha mermado mucho esta situación afectando mi condición física, pero el ánimo sigue a tope, me hablaron hace poco para saber si quería torear una vaca de retienta, lo que me emociona y quiero estar ahí, sin embargo, traigo este problema y hay que esperar. También tenía lo opción e ir a lo de ‘México Busca un Torero’, pero de no momento tengo que esperar, pero si hay Alberto Huerta para rato. Mi idea es recuperarme de esto para estar listo y poder ser un primer espada que interese, pero soy realista, han cambiado muchas cosas y funcionan diferente, aunque si te digo, yo diario me levanto sintiéndome torero, viviendo como torero y soñando como un torero, esperando que en cualquier momento se abra una puerta para que salga un toro o una vaca para poder pegarle pases”.

En cuanto a ese 8 de enero del año 2000 en Puebla, Alberto recordó: “Llegó esa tarde tan esperada y soñada por un torero, pero no fue lo que esperaba ya que el toro de la alternativa, de Javier Garfias, desgraciadamente a la hora que me estaba dando el abrazo mi padrino Jorge Gutiérrez, en ese momento mi subalterno Alejandro Luna, al llamar al toro al burladero, este se estrelló en las tablas partiéndose un pitón, y desafortunadamente la autoridad ya no lo podía cambiar, así que poco le pude hacer ante esa plaza llena que ya quería que le diera muerte. Ya con el segundo de mi lote estuve bien, salí a jugármela, pero tenía a mi lado dos figurones que ya se habían ido por delante, sin duda, el toro de mi alternativa ha sido el más triste de mi carrera”.

Alberto Huerta hace poco más de un mes toreo un festival en un mano a mano con Marcial Herce en San Miguel de Allende, Guanajuato, en el que cortó dos orejas. Sigue viviendo en torero, pero también con la responsabilidad como padre, pues apenas hace unos días le celebró los 15 años de vida a su hija Triana, en lo que fue un emotivo festejo.

Finalizó Huerta entonces esta charla queriendo agradecer a todas las personas que han estado con él y que lo han apoyado incondicionalmente durante todo este tiempo, como Antonio Guzmán y Samuel Hernández, quienes han sido sus guías de vida desde que sus padres dejaran de existir, además de su hermano Víctor, quien fuera novillero, su primo Omar, hijo del maestro Joselito Huerta y, muchas personas más, con las que está profundamente agradecido, así como con a la afición, con los medios de comunicación y con tanta gente en este duro caminar, por lo que a todos ellos les manda sus mejores deseos, bendiciones y que tengan salud en este 2021.

DATO

Sobre su lesión en la espalda, Alberto Huerta apunta que su idea es recuperarse de ello para estar listo y poder ser un primer espada que interese


El matador de toros dinástico Alberto Huerta, hijo del diestro Víctor Huerta y sobrino del maestro Joselito Huerta, cumplió 20 años de doctorado este viernes 8 de enero de 2021, misma que tomó en la plaza de toros “El Relicario” de la ciudad Puebla en un cartel de lujo, teniendo como padrino a Jorge Gutiérrez y al diestro madrileño Julián López “El Juli” como testigo, siendo el toro de la ceremonia llamado “Conquián”, que lucía el hierro de Javier Garfias, según nos lo cuenta el colega y amigo Emilio Méndez, quien le realizó la siguiente entrevista.

Nacido en la Ciudad de México el 18 de agosto de 1977, Alberto Huerta Díaz de León le compartió sus impresiones acerca de sus 20 años como matador de toros, su trayectoria, los recuerdos de esa tarde y el cómo se encuentra hoy y si aún hay en él un torero para seguir peleando las palmas en las plazas de toros.

“Son 20 años en los cuales siempre que he pisado un ruedo creo que lo he hecho con toda entrega, toda la pasión, jugándome la vida y que la gente al final disfrute verme torear y, sobre todo, no dejarme ganar ‘la pelea’ nunca por nadie, ni por nada. Creo que he tenido la virtud de entender siempre a los toros, de darles una lidia adecuada y eso fue lo que me llevó a poder cuajar varias faenas para obtener triunfos en varias plazas. Ver al toro con profesionalismo y con respeto. También me ha tocado la parte de la sombra, una cornada es la que he tenido, pero una cornada que casi me atravesó de lado a lado y fue algo que también me hizo entender y valorar mucho el amor al toro, el amor a la vida, a la profesión y a todos los que participamos en ella”, comentó Huerta.

Durante estos 20 años -continuó Alberto- “tuve la fortuna de alternar con varias figuras del toreo como mi querido maestro Mariano Ramos (q.e.p.d.), Jorge Gutiérrez, Eulalio López ‘Zotoluco’, Rafael Ortega, Manolo Mejía y Julián López ‘El Juli’, así como otros más de mi camada como Jerónimo, Ignacio Garibay, Alfredo Gutiérrez, Federico Pizarro, Alfredo Ríos ‘El Conde’, Humberto Flores, Antonio Bricio y muchos más que ahora mismo no recuerdo, pero que tienen todo mi respeto y, bueno, por otra parte, la plaza de toros en donde más paseíllos he hecho es la Monumental Plaza México, con alrededor de 32 como novillero y matador de toros, algo bonito sin duda. Y a nivel internacional tuve la fortuna de haber ido a Acho (Perú), otras plazas peruanas, Ecuador, Colombia, España, Portugal y Francia, sobre todo en Europa no llegue a vestirme de luces, pero si pude ir al campo y conocer y aprender el estilo de vida del toreo como se vive allá”.

Y sigue esperando -añade Huerta- “lo de mi confirmación en Las Ventas de Madrid. Alguna vez quedó José Manuel Espinosa (q.e.p.d.), quien fue mi apoderado, en dármela, pero no llegó y la sigo esperando, aunque fui un afortunado y muy agradecido con José Manuel, sin duda una de las casas de apoderamiento más importantes y, bueno, además esto me ha dejado muchos amigos, ganaderos, que me abrieron las puertas de su casa. Hasta la fecha, el toro te da todo. Un día mi padre me dijo, cuando yo empecé a torear qué sí ya no iba a estudiar o ir a la Universidad y le dije que no, que quería ser torero, así que me dijo que esa es la mejor Universidad que puedes tener, porque es la de la vida, la del toro y así he ido y, claro. hoy en día me emociona mucho el verme anunciado, el saber que aun puedo torear algún festejo”.

Vino entonces un momento de reflexión en el diestro y nos confesó: “Desgraciadamente traigo un problema fuerte en la espalda, en la columna vertebral, por lo que requiero de una intervención quirúrgica, me tienen que poner seis clavos y una serie placas en la columna y, la verdad, es que lo he atrasado un poco por el momento que estamos viviendo con la pandemia. No quiero entrar a un hospital y no vaya a ser la de malas. Desafortunadamente se ha mermado mucho esta situación afectando mi condición física, pero el ánimo sigue a tope, me hablaron hace poco para saber si quería torear una vaca de retienta, lo que me emociona y quiero estar ahí, sin embargo, traigo este problema y hay que esperar. También tenía lo opción e ir a lo de ‘México Busca un Torero’, pero de no momento tengo que esperar, pero si hay Alberto Huerta para rato. Mi idea es recuperarme de esto para estar listo y poder ser un primer espada que interese, pero soy realista, han cambiado muchas cosas y funcionan diferente, aunque si te digo, yo diario me levanto sintiéndome torero, viviendo como torero y soñando como un torero, esperando que en cualquier momento se abra una puerta para que salga un toro o una vaca para poder pegarle pases”.

En cuanto a ese 8 de enero del año 2000 en Puebla, Alberto recordó: “Llegó esa tarde tan esperada y soñada por un torero, pero no fue lo que esperaba ya que el toro de la alternativa, de Javier Garfias, desgraciadamente a la hora que me estaba dando el abrazo mi padrino Jorge Gutiérrez, en ese momento mi subalterno Alejandro Luna, al llamar al toro al burladero, este se estrelló en las tablas partiéndose un pitón, y desafortunadamente la autoridad ya no lo podía cambiar, así que poco le pude hacer ante esa plaza llena que ya quería que le diera muerte. Ya con el segundo de mi lote estuve bien, salí a jugármela, pero tenía a mi lado dos figurones que ya se habían ido por delante, sin duda, el toro de mi alternativa ha sido el más triste de mi carrera”.

Alberto Huerta hace poco más de un mes toreo un festival en un mano a mano con Marcial Herce en San Miguel de Allende, Guanajuato, en el que cortó dos orejas. Sigue viviendo en torero, pero también con la responsabilidad como padre, pues apenas hace unos días le celebró los 15 años de vida a su hija Triana, en lo que fue un emotivo festejo.

Finalizó Huerta entonces esta charla queriendo agradecer a todas las personas que han estado con él y que lo han apoyado incondicionalmente durante todo este tiempo, como Antonio Guzmán y Samuel Hernández, quienes han sido sus guías de vida desde que sus padres dejaran de existir, además de su hermano Víctor, quien fuera novillero, su primo Omar, hijo del maestro Joselito Huerta y, muchas personas más, con las que está profundamente agradecido, así como con a la afición, con los medios de comunicación y con tanta gente en este duro caminar, por lo que a todos ellos les manda sus mejores deseos, bendiciones y que tengan salud en este 2021.

DATO

Sobre su lesión en la espalda, Alberto Huerta apunta que su idea es recuperarse de ello para estar listo y poder ser un primer espada que interese


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